Acorralado, Erman pide que la Justicia interrogue a Menem

Así, se confirma la grieta que se abrió en el menemismo desde la detención de Emir Yoma. El ex ministro también reclamó la declaración de Cavallo. La preocupación del ex presidente

El ex ministro de Defensa Antonio Erman González abonó ayer la hipótesis de que se abrió una grieta política en el menemismo desde la detención de Emir Yoma, al señalar que Carlos Menem tiene que ser llamado por la Justicia a declarar por su presunta vinculación con el tráfico de armas.
Erman González, que podría quedar preso el próximo 27 de abril -cuando deberá declarar ante el juez Julio Speroni en una causa paralela a la que lleva Jorge Urso- sostuvo también que el ministro Domingo Cavallo debería ser citado por haber firmado los decretos que habilitaron la venta de armas entre 1991 y 1995.

"Si nos van a citar a nosotros para hablar de una supuesta asociación ilícita, bueno, hablemos todos los que somos partícipes de la firma de ese decreto. Eso es lo que indica el sentido común", dijo Erman González, quien firmó los decretos en cuestión junto a Menem, Cavallo y Guido Di Tella.
Erman González, Di Tella y Oscar Camilión -quien reemplazó al primero en Defensa- ya fueron procesados por haber incurrido en una presunta "falsedad ideológica".
Frente al avance de la causa judicial, los ex ministros de Defensa pidieron que también sean llamados a declarar Menem y Cavallo, un reclamo al que ayer también se sumó, sorpresivamente, el ex presidente Raúl Alfonsín (ver aparte).
Pero más que hacia Cavallo todos los caminos parecen desembocar en Menem, a quien señaló Camilión como el que dio la orden para que no sacara de su puesto a Luis Sarlenga -ex interventor de Fabricaciones Militares y sospechado de haber montado la operación-, hoy preso en el mismo lugar que Emir Yoma.
El ex presidente de la Nación enfrenta una situación delicada porque varios de sus más estrechos colaboradores están involucrados en diferentes grados de responsabilidad en hechos ilícitos.
La detención del ex titular del PAMI, Víctor Alderete, siguió con las sospechas sobre la actuación de la ex polifuncionaria María Julia Alsogaray y ahora el círculo acecha a quienes tuvieron participación en la venta de armas.
Por esta última causa quedaron detenidos Luis Sarlenga (ex director de Fabricaciones Militares y ex empresario en La Rioja) y, el caso más resonante y que más impacto tuvo en Menem, su ex cuñado Emir Yoma, su asesor en la primera época presidencial.
A Menem le preocupa la postura de dirigentes como Erman González, Sarlenga y el propio Emir Yoma, que podrían apuntar sus cañones contra él si llegaran a sentirse "abandonados", según dijeron voceros cercanos al ex mandatario.
Las señales que, en ese sentido, le llegan a Menem desde el escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería, donde se encuentran detenidos Emir y Sarlenga, son en estos momentos más que preocupantes para el ex primer mandatario.
Menem tiene además una preocupación adicional: su ex cuñada Amira Yoma regreso a la Argentina luego de que fracasara su negocio en Marbella -puso un restaurante de carnes argentinas- y el ex jefe de Estado teme lo que la vehemente hermana de Zulema y Emir pueda decir.

Amira Yoma fue secretaria de Audiencias de Menem y fue involucrada -luego sobreseída por la Justicia- en una causa por presunto lavado de narcodólares.
Erman González es otro ex funcionario que no tuvo empacho en las últimas horas, de lanzar severas advertencias hacia el entorno menemista del que él mismo formó parte.
"Si Emir Yoma ha tenido vinculaciones en otros estamentos, que esos otros estamentos se hagan cargo y digan por qué una persona que no era funcionario tenía ese acceso y esa supuesta influencia, que está muy lejos del alcance de los ministros", enfatizó Erman González, otrora considerado un "hermano" más de Menem.
El trabajo de la Justicia, ahora, es tratar de determinar si Menem y sus ministros de entonces estaban al tanto o no de las maniobras ilegales cuando firmaron los decretos que habilitaban la venta de armas a Venezuela y Panamá, pero que terminaron en Croacia y Ecuador, dos países que estaban en guerra.
Mientras los ex funcionarios que están vinculados al tráfico de armas -que se produjo entre 1991 y 1995- hablaban por los medios y abrían grietas alrededor del jefe del PJ, el juez Urso y el fiscal de la causa, Carlos Stornelli, trabajaban por separado herméticamente en los Tribunales Comodoro Py 2002, en el barrio de Retiro (ver recuadro).

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