Otra vez un crimen y horror en Patagones

CARMEN DE PATAGONES.- Un hombre que se cree tiene las facultades mentales alteradas entró ayer a un comercio de la localidad bonaerense de Carmen de Patagones armado con un pistolón y un revólver, baleó e hirió de muerte al propietario y después lo degolló con un cuchillo de asado.

El caso volvió a conmocionar a la comunidad de Carmen de Patagones luego de lo sucedido con "Junior", el adolescente que hace seis meses asesinó a balazos a tres compañeros de escuela dentro de un aula.

En este nuevo episodio, el agresor logró ser detenido por la policía, aunque luego de que lastimara a un efectivo policial a golpes, cuando tras cometer el crimen, el hombre persiguió por la calle a los empleados del local que habían huido espantados.

La víctima fue identificada por la policía como Rubén Stribing, de 48 años, ingeniero agrónomo y propietario de la casa "El Fortín", de venta de implementos para el campo.

En tanto, el presunto agresor, Edgardo Gilardi, de 30 años, se dedica a la ganadería y era un cliente habitué del comercio donde ocurrió el crimen.

Según fuentes consultadas, Gilardi estuvo a las 9 de ayer en el comercio situado en Moreno al 600 y compró un cabezal de freno para caballo.

"El empleado que lo atendió lo vio un poco nervioso", señaló el comisario Eduardo Diego, jefe de la comisaría local.

Luego varios vecinos vieron al ganadero manejar por la ruta a gran velocidad y en contramano, y uno de ellos aseguró que tuvo que tirarse a la banquina para no chocar.

Más tarde, de regreso a la ciudad, Gilardi discutió con un empleado de la cooperativa ganadera porque le reclamaba el envío de un camión para sacar trigo de un silo de su campo, sin entender que los sábados a la mañana no hay vehículos disponibles.

La tragedia ocurrió alrededor de las 10, cuando Gilardi volvió al local "El Fortín" y entró gritando "esto se va a acabar" y "yo te voy a enseñar", sacudiendo un pistolón calibre 12 y un revólver calibre 22.

Stribing, quien estaba en su oficina, se asomó para ver qué estaba pasando y Gilardi -de acuerdo al relato hecho por la policía- le habría pegado un tiro en la cintura que lo tumbó y dejó malherido.

Según los informantes, el agresor también efectuó varios disparos al bulto con el revólver e hirió a uno de los empleados, Pablo Arizcuren, de 22 años, en una pierna.

Después, Gilardi se acercó a Stribing, quien estaba en el piso malherido, y con un cuchillo para asados le habría hecho un profundo corte en el cuello y finalmente le habría clavado el puñal, explicaron las fuentes consultadas.

Toda la secuencia de agresiones ocurrieron ante la presencia de la mujer de la víctima, Diana, quien en el fondo del local atiende su marroquinería y vio cómo degollaban a su marido.

Concluido el salvaje ataque, Gilardi no atinó a escapar, sino que intentó perseguir en la calle a uno de los empleados que había logrado huir del local.

Un móvil policial que se encontraba a pocas cuadras llegó rápidamente, alertado por un vecino que desde la vereda de enfrente había observado el drama, y comenzaron a perseguirlo.

Gilardi forcejeó con los policías, incluso golpeó a uno de los agentes en el rostro, y luego intentó subirse a la camioneta Blazer de la esposa de Stribing, pero como el vehículo estaba cerrado fue finalmente alcanzado y reducido.

La camioneta en la que se movilizaba Gilardi, una Susuki Vitara quedó estacionada en la puerta del lugar del hecho con la baliza encendida, como si su conductor hubiese planeado arrancar enseguida.

"El hecho está esclarecido en todos sus pasos, lo que todavía no podemos encontrar es el móvil", señaló el comisario Diego.

El episodio conmocionó nuevamente a la comunidad de Patagones, golpeada con la masacre de la escuela Islas Malvinas, ya que Stribing era muy conocido por su afición a la caza deportiva de jabalíes y la actividad comercial que desarrollaba.

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