La polémica pistola Glock bajo la lupa judicial

Dos semanas antes del crimen del contador Herro se conoció la noticia acerca de una investigación judicial sobre el ingreso al país de 10 pistolas Glock modelo C 18, calibre 9 mm, que dispara su cargador de 19 balas en forma de ráfaga.

Esta "mini-ametralladora" no es usada en Argentina por ninguna fuerza militar ni de seguridad, y es la que utilizan los agentes especiales del FBI.

En su momento, voceros judiciales informaron que teóricamente ningún civil puede tener un arma de estas características, salvo que el ministerio de Defensa lo autorice, previa acreditación por parte del interesado de haber tenido un riguroso entrenamiento para usarla.

Sobre el tema, el director del RENAR, Juan Carlos Ramos, había explicado que hay unas 800 autorizaciones en nuestro país para la portación de esa sofisticada arma.

Entre los beneficiarios figuran el ministro de Defensa José Papuro, el citado director del RENAR (Registro Nacional de Armas), el secretario de Asuntos Militares, Jaime Garreta, el procurador del Tesoro Osvaldo Guglielmino, el empresario de Lomas de Zamora Néstor Otero y el juez federal Claudio Bonadío.

Cabe destacar que el citado magistrado usó la Glock, en el 2001, contra dos delincuentes que intentaron robarle. Uno de ellos murió al ser alcanzado por la descarga letal de la potente y precisa pistola.

El trámite de ingreso al país de estas armas es ahora investigado por la Justicia.

Si bien las polémicas Glocks automáticas son distintas a la que le robaron al contador Herro, voceros judiciales informaron que en la fiscalía de Dolores accedieron a los informes periodísticos realizados sobre este controvertido caso, aunque aclararon que el arma del contador "una semi-automática, no tira en ráfaga sino tiro a tiro", fue adquirida con toda la documentación en regla.

En tanto, en los últimos días habría sido detenido un argentino, que al parecer tenía pedido de captura por parte de Interpol y sería extraditado a los EE UU, bajo sospecha de haber vendido, a través de internet, un dispositivo que habría inventado y que una vez colocado en una Glock semi-automática la convierte en una poderosa ametralladora, capaz de vaciar un cargador en segundos.

Según se indica en un un informe aparecido en una página de internet, habría una investigación en EE UU sobre unos 1600 pedidos de ese dispositivo realizados a este argentino, en un trámite que estaría en manos del juez federal Norberto Oyarbide.

En ese sitio de internet se informa que el presunto inventor habría vendido unos 7.000 dispositivos a 350 dólares cada uno, con lo que habría recaudado ya unos 2.000.000 de esa moneda.

Cabe señalar, que con ese anexo, una pistola como la robada a Herro podría convertirse también en una ametralladora.

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