Lo que suena es rocanrol

El show de la banda británica dio la vuelta al mundo y ahora se pide a gritos una gira mundial. Tras 19 años de ausencia, los sesentones vuelven a sonar

Led Zeppelin, un mito del rocanrol y una de las bandas más influyentes, regresó a escena con un show en Londres que dio la vuelta al mundo. Todavía con el eco del recital que marcó la vuelta de la banda tras 20 años de separación, el combo planea ahora una gira mundial y, de concretarse, no se descarta un eventual desembarco en tierra sudamericana.

Con la excusa de un homenaje a Ahmet Ertegun, dueño de Atlantic Records y descubridor de la banda, Robert Plant, Jimmy Page y John Paul Jones volvieron a escena con "Good Times and Bad Times", su primer éxito en el 02 Arena de la capital británica.

Los Zeppelin reemplazaron al fallecido y pirotécnico John Bonham por su propio vástago Jason Bonham y arremetieron con una energía poco acorde con los sesenta y tantos años de los tres miembros originales.

La apertura estuvo a cargo de Bill Wyman -ex Rolling Stones- y sus Rhythm Kings, más Paolo Nutini (el último descubrimiento de Ertegun), los Foreigner y Paul Rodgers.

Ante miles de seguidores provenientes de todas partes del mundo, sumados a la crema y nata del rocanrol, los Zeppelin rockearon durante un par de horas.

"Es difícil construir el perfecto repertorio a partir de diez discos. Pero hay temas que no pueden faltar, como éste", explicó Robert Plant antes de tocar "Dazed and confused", durante el que Page punteó como en los buenos tiempos, con un arco de violín.

Después llegarían otros clásicos como "Stairway to heaven" -y con ella, la guitarra de dos mástiles de Page-, "Kashmir", "Rock and Roll" y "Whole lotta love".

Sobre el regreso a la ruta mundial, los Zeppelin prefirieron jugar al misterio en boca de Page, quien dijo: "Primero hagamos el O2 y veremos qué pasa a partir de ahí. No tengo aquí una bola de cristal", añadió.

A lo largo de su carrera, Led Zeppelin vendió unos 300 millones de álbumes, y eran legendarios por sus excesos, pero también tuvieron una influencia enorme en la escena rockera.

Cuando los organizadores anunciaron el concierto, la web que vendía sus entradas se bloqueó cuando más de un millón de personas intentaron comprar una, que estaban a un precio de 180 euros cada una.

El mes pasado, un seguidor de Escocia participó de una subasta benéfica y pagó 170.000 dólares por un par de entradas para el concierto.

Al show asistieron el ex Beatle Paul McCartney, su hija Stella, las top model Naomi Campbell y Kate Moss, el grupo Oasis, Sting y su esposa Trudi Styler, Tony Banks y Mike Rutherford de Genesis.

A ellos se sumaron los dos integrantes de U2 Adam Clayton y The Edge, Dave Grohl de Foo Fighters y ex Nirvana, Lisa Marie Presley y Dave Gilmour de Pink Floyd.

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