Violencia también por la llegada de Bush a Colombia
Los disturbios se produjeron pese a que Alvaro Uribe es un estrecho aliado de EE UU
| 12 de Marzo de 2007 | 00:00

BOGOTA.- Por lo menos cuatro policías resultaron heridos y más de 100 personas fueron detenidas durante disturbios registrados ayer para protestar por la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, informó la policía. La protesta, convocada por las centrales obreras y partidos de oposición y en la que participaron unas 2.000 personas, se concentró a un kilómetro del palacio presidencial en donde Bush fue recibido por su colega Alvaro Uribe, un estrecho aliado suyo en Latinoamérica.
Unos 200 policías antimotines utilizaron chorros de agua y gases lacrimógenos para impedir que grupos de manifestantes franquearan el cordón de seguridad dispuesto a lo largo de la ruta que utilizó Bush en su breve visita. El convoy del mandatario pasó a unos 180 metros de los choques. "No estábamos haciendo nada, estábamos protestando en paz. Los policías son abusivos", afirmó Marcela Nieto, una joven que lloraba como consecuencia de los gases lacrimógenos que inundaron el lugar a unos 1.000 metros del palacio presidencial. Sin embargo, los revoltosos destruyeron vidrios de oficinas bancarias y comerciales, saquearon computadores e incendiaron una motocicleta, antes de ser controlados por la policía. Las calles quedaron repletas de escombros.
PROMESAS
En tanto, Bush prometió ayer a su colega Uribe persistir en su apoyo para derrotar a las guerrillas y el narcotráfico en Colombia, además de hacer gestiones encaminadas a lograr que el Congreso de Estados Unidos ratifique el acuerdo de libre comercio que suscribieron el año pasado ambas naciones. "Vamos a trabajar junto con su gobierno para seguir luchando más contra el narcotráfico. Estados Unidos tiene la obligación de reducir la demanda y limitar la provisión de droga, hay mucho que podemos hacer pero una parte es ayudarles a ejercer el control sobre su territorio", manifestó Bush en una rueda de prensa conjunta durante una breve parada de su gira latinoamericana en Bogotá. También le dijo a Uribe que gestionará la aprobación del acuerdo comercial que firmaron el año pasado Bogotá y Washington, porque cree "que un paquete comercial con Colombia es algo que sirve a intereses de los dos países". Sin embargo, ambas iniciativas despiertan escaso entusiasmo entre los demócratas que desde noviembre controlan el Congreso estadounidense y que cuestionan la ayuda militar a Colombia por el manchado historial de derechos humanos que tienen las fuerzas locales.
Unos 200 policías antimotines utilizaron chorros de agua y gases lacrimógenos para impedir que grupos de manifestantes franquearan el cordón de seguridad dispuesto a lo largo de la ruta que utilizó Bush en su breve visita. El convoy del mandatario pasó a unos 180 metros de los choques. "No estábamos haciendo nada, estábamos protestando en paz. Los policías son abusivos", afirmó Marcela Nieto, una joven que lloraba como consecuencia de los gases lacrimógenos que inundaron el lugar a unos 1.000 metros del palacio presidencial. Sin embargo, los revoltosos destruyeron vidrios de oficinas bancarias y comerciales, saquearon computadores e incendiaron una motocicleta, antes de ser controlados por la policía. Las calles quedaron repletas de escombros.
PROMESAS
En tanto, Bush prometió ayer a su colega Uribe persistir en su apoyo para derrotar a las guerrillas y el narcotráfico en Colombia, además de hacer gestiones encaminadas a lograr que el Congreso de Estados Unidos ratifique el acuerdo de libre comercio que suscribieron el año pasado ambas naciones. "Vamos a trabajar junto con su gobierno para seguir luchando más contra el narcotráfico. Estados Unidos tiene la obligación de reducir la demanda y limitar la provisión de droga, hay mucho que podemos hacer pero una parte es ayudarles a ejercer el control sobre su territorio", manifestó Bush en una rueda de prensa conjunta durante una breve parada de su gira latinoamericana en Bogotá. También le dijo a Uribe que gestionará la aprobación del acuerdo comercial que firmaron el año pasado Bogotá y Washington, porque cree "que un paquete comercial con Colombia es algo que sirve a intereses de los dos países". Sin embargo, ambas iniciativas despiertan escaso entusiasmo entre los demócratas que desde noviembre controlan el Congreso estadounidense y que cuestionan la ayuda militar a Colombia por el manchado historial de derechos humanos que tienen las fuerzas locales.
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