Preocupación por subas de precios y escasez de leche

La escasez de productos en las góndolas -en especial la leche-, agravada por las inundaciones en el Litoral y combinada con una suba de precios cada vez más notoria en los mostradores, desatan nuevos cruces entre industriales y distribuidores.

A esto suma otra preocupación: el pan podría aumentar a partir de la semana próxima debido a que el acuerdo para mantener los precios finalizó a fines de marzo y los empresarios del sector no alcanzaron un nuevo convenio con el Gobierno.

Pero las preocupaciones para los consumidores no se agotan acá, ya que las principales marcas de alimentos y artículos de primera necesidad aceleraron su ritmo de lanzamientos con el fin de esquivar los controles de precios con productos que cuestan más caros y quedan fuera de los "acuerdos" firmados con el Gobierno, y múltiples presentaciones con decenas de tamaños distintos.

La falta de lácteos y carnes, que ya se venía notando, se agudizó en la última semana por las inundaciones en Santa Fe y Entre Ríos.

Estos faltantes también se sienten con fuerza en nuestra ciudad, donde empezaron a escasear -fundamentalmente- varias marcas de leche en las góndolas de almacenes y supermercados. Los comerciantes aseguran que cada vez les entregan menos lácteos y que no reciben explicaciones cuando les preguntan a los distribuidores por qué les entregan menos mercadería de la que necesitan.

Además, la virtual "desaparición" de segundas marcas es un problema que afecta principalmente a la comercialización de la leche, pero también a otros productos lácteos como el yogurt y los quesos.

La ministra de Economía, Felisa Miceli, culpó ayer a las lluvias por la falta de mercaderías.

AJUSTE EN EL PAN

Ahora se sumó la decisión de los panaderos de dar por caído el acuerdo firmado con el Gobierno, debido al ajuste que sufrieron en las materias primas.

El titular de la Federación Argentina de Industriales Panaderos y Afines, Rubén Salvio, dijo que desde el lunes próximo el valor del kilo de pan quedará librado a la decisión de cada comerciante.

Es que el sector debió afrontar aumentos en las materias primas como manteca, grasas y levaduras, que seguramente tendrán incidencia en el precio final del pan, que hoy se comercializa a un promedio de $ 2,50 el kilo.

Salvio dijo que se tomó la decisión de liberar los precios "al no tener respuesta de la Secretaría de Comercio respecto de los pedidos formulados de reconsideración" en cuanto a los reclamos realizados por la entidad.

En declaraciones radiales, señaló que luego de varias reuniones con funcionarios del Gobierno nacional se decidió dar por finalizado el acuerdo que permitía mantener el precio del pan de 8 piezas a valores de entre 2,50 y 3 pesos.

No obstante, remarcó que pese a que el acuerdo terminó el 31 de marzo los precios se mantendrán hasta el primer lunes después de Semana Santa.

El precio del pan tiene una incidencia importante dentro del índice de precios que elabora el INDEC y afecta directamente a los sectores de menores recursos.

LA FALTA DE LACTEOS

El titular de la Federación de Centros Tamberos de Santa Fe, Gustavo Colombero, afirmó que la producción cayó a la mitad, y explicó que a esto se suma el altísimo valor internacional de la leche en polvo, que lleva a que las industrias privilegien las exportación por encima del mercado interno.

En el caso de la láctea SanCor, explicó que los anegamientos de campos impiden el traslado de la materia prima a las plantas de producción.

En las góndolas de los principales supermercados del país comenzó a notarse desde la semana pasada el faltante de productos.

Por su parte, la titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, alertó que el faltante de productos "nuevamente va a hacer que los precios suban".

Desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), su titular, Alberto Guida, confirmó el faltante de productos para reposición, aunque aclaró que aún no se puede hablar de desabastecimiento.

"Hay faltantes de productos, atrasos en entregas, pero no desabastecimiento", señaló Guida.

En el caso de los lácteos, los números de la industria reflejan el impacto sobre el abastecimiento: en condiciones normales, Santa Fe produce alrededor de 10 millones de litros de leche diarios, y en la última semana esta producción cayó a la mitad.

A esto se suma que la tonelada de leche en polvo cotiza a 3.800 dólares en los mercados, cuando su promedio histórico es de U$S 2.000.

A partir de esta ecuación, muchos exportadores prefieren colocar su mercadería en el exterior antes que destinarla a un mercado interno presionado por el Gobierno.

DENUNCIA DE CONSUMIDORES

Para terminar de complicar a los consumidores, se denunció, las grandes marcas optaron por ofrecer una variedad interminable de productos y presentaciones, que terminan "burlando" cualquier control o comparación.

Según un relevamiento realizado por entidades de defensa del consumidor, La Serenísima vende 29 variedades de leche fresca, Fargo 14 tipos de pan lactal, Siempre Libre comercializa 15 toallas femeninas distintas y Unilever dispone de 14 opciones dentro de su línea de limpiadores Cif.

Situaciones similares se viven con yogures, aguas minerales, quesos, arroz, galletitas, desodorantes, jabones en polvo y pañales.

Además, los productos se ofrecen en múltiples envases con diferentes formas y tamaños.

En el caso de la leche fresca, las empresas líderes han modificado sus productos y ampliado sus líneas hasta llenar las góndolas de los supermercados con decenas de variedades.

Una comparación entre las leches que se ofrecen en sachet de litro permite ver la diferencia: la leche entera La Serenísima incluida en el acuerdo con el Gobierno cuesta 1,56 peso; pero las versiones Infantil y Ser con jugo de frutas, lanzadas en noviembre del año pasado, se venden a 2,40 y 2,99 pesos, respectivamente, según publicó un matutino porteño.

Además, en algunos supermercados estas variedades están desplazando de las góndolas a leches más económicas de segundas marcas.

Las estrategias empresarias diseñadas para incrementar ganancias no sólo contemplan el lanzamiento de nuevos productos sino también la multiplicación de envases con diferentes formas y tamaños.

En el caso de los pañales, hay pequeños, medianos, grandes y extragrandes, que se comercializan en paquetes de 8, 10, 12, 14, 16, 20, 24, 28, 30, 32, 36, 46, 60, 68 y 72 unidades.

Cada variedad se ofrece sólo en dos o tres paquetes, porque la comparación de precios es muy difícil de realizar.