¿Qué se vayan todos?
| 16 de Marzo de 2008 | 00:00

Después del resultado en Avellaneda, la realidad no es fácil. La tabla no miente: 4 puntos en 6 partidos; 1 ganado, 1 empatado, 4 perdidos con 5 goles a favor y 9 en contra. Algunas conclusiones son lapidarias. Un equipo que no convierte y que -cuando se desordena- es muy permeable en defensa. Hoy en Gimnasia, una palabra resume los estados de ánimo: PREOCUPACIÓN.
Se pueden ensayar explicaciones. Atenuantes para unos, meras excusas para otros. Por ejemplo, que Gimnasia jugó solamente dos partidos en La Plata. Y un análisis a futuro, según el cual no se le puede apuntar directamente a Boca o a Independiente, pero sí tiene que ganar frente a Huracán, Olimpo Arsenal y Gimnasia de Jujuy para lograr confianza. Y puntos...
Estas líneas están dirigidas a quienes están cansados de todos. Hartos de estar hartos. Tal vez, sirvan para la reflexión.
* "Andate Topo". ¿Y después qué? Hace un año, Gimnasia jugaba la Libertadores con Troglio. Se fué Pedro. Y Maturana. Y Kuzemka. Y Falcioni. Y nadie tiene soluciones mágicas. Es cierto, no tiene experiencia. Sí la tiene Maturana y regaló medio campeonato. Sanguinetti trabaja y merece respaldo.
* "La Comisión, la Comisión...". Hay errores, sin dudas. Tal vez el principal, sea su incomunicación: nadie sabe a ciencia cierta que Gimnasia encontraron. Pero la continuidad institucional es vital. ¿Se acuerdan que pasó con el final de Venturino? ¿Y con el de Coco Sánchez? Ni siquiera debió irse antes Domínguez. Hay que preguntar, participar, reclamar. El ámbito: la sede de calle 4. La solución: en las urnas, cada tres años.
* "Qué Landa esto, Civelli lo otro, Quinteros es más de lo mismo, Alonso juega la mitad de los partidos, Galván era solución, etc...". Hay jugadores que seguramente no serán extrañados el 1 de julio. Ahora, son los que defienden la camiseta de Gimnasia. 4-4-2 o con enganche, Ormeño o Piarrou, Landa o Coco, Alderete o Yedro, Villar o Chaves, cada hincha que elige su delantero. Las variables son múltiples. Sanguinetti tiene que tener la cabeza fría para no entrar en una locura de cambios que no conduce a nada bueno.
Seguramente, en cada tribuna, en cada partido, escuchamos algo de esto. Reclamos, broncas lógicas, insultos genuinos. Y el hincha va y apoya. Y así tiene que seguir. Hoy lo peor que le puede pasar al Lobo es cambiar, para que nada cambie.
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