A hierro corto

Por GUSTAVO NIGRELLI

Mientras se espera con ansiedad la extraordinaria velada de mañana en el Luna -esta tarde es el pesaje a las 17:00 en el propio estadio-, el sábado pasado presenciamos lo que hasta ahora fue la peor pelea del año, en cuanto a propuesta y ejecución: el neuquino Néstor Fabián Casanova (76), venció por puntos 10 al bonaerense Martín Islas (76), en el choque que ambos sostuvieron en el Polideportivo Municipal de Centenario, Neuquén.

Es que además de haber sido lenta, monótona, aburrida, sin mayores dominios, donde parecían no querer ni poder ninguno de los dos -pese a que Casanova es el actual campeón argentino de los supermedianos, lo cual tampoco representa tanto mérito en el alicaído boxeo de hoy-, el problema es que el neuquino con casi 34 años y 33 peleas, ¿qué más puede hacer dentro del boxeo, si ya llegó a su techo? Gracias que de ser un partenaire llegó a campeón argentino, amparado en su altura y alcance, sumado a su respetable pegada, las pocas veces que logra conectar bien una de las escasas manos que tira por pelea.

¿Qué podría sumarle al pugilismo argentino una buena victoria de Casanova ante Islas, por mejor que hubiese sido? ¿Y la de Islas? Un hombre de record negativo, que ahora tiene 10-15-0, ¿qué se puede esperar de él, aunque hubiese dado el batacazo? Islas, que había sido un decoroso amateur, defeccionó cuando pasó al profesionalismo. Y así como cuando un árbol crece torcido, lo más difícil es enderezarse.

De allí que afirmamos que fue de las peores propuestas del año. Porque en boxeo, la pelea de fondo, la principal, cuando está correctamente programada algo debe ofrecer. Algún incentivo extra -más allá de quién pelee y quién gane- debe haber, y en esta estaba ausente por donde se la mire.

Así y todo, Islas fue quien algo más intentó, pero su desprolijidad desdibujaba las escenas ante un Casanova que peleó de contra siendo local, frente a alguien teóricamente inferior. O sea, la exageración especulativa elevada a la enésima potencia, que los jueces localistas premiaron como si fuese Muhammad Alí, dándole la victoria en forma unánime (Garallo 99-93,5, Tapia 98,5-95,5 y Duffour 99-96).

Eso fue lo que los argentinos amantes del boxeo vieron por TV. Y no verán el próximo viernes en Salta el choque Luis Abregú-Roberto Reuque. Pero no se verá el viernes 11 en el club Defensores de Villa Luján, en San Miguel de Tucumán, el explosivo duelo entre Manuel Pucheta y Fabio La Mole Moli, por el título argentino pesado, ni la reaparición de la infartante Alejandra La Locomotora Oliveras, que peleará en la reunión. Tampoco ese mismo viernes en Monte Grande, podrá verse al Patón Basile vs. Claudio Fernández. Pero bueno, tenemos la del Luna mañana, y también el viernes 11 en Sunchales, Santa Fe, la presencia de Marcos Maidana vs. Esmeraldo Da Silva. Algo es algo.

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