María Soledad Boucartt (24): "Creo que esta ley no va a funcionar como tampoco funcionan las disposiciones que prohiben fumar en la administración pública. Yo trabajo en la Universidad, donde teóricamente no se puede fumar. Pero la gente que fuma empezó respetando eso y terminó fumando otra vez en la oficina con la excusa del frío o con cualquier otro pretexto. Al final nadie controla y es el no fumador el que siempre cede".
Maximiliano Báez Verkerk (18): "Estoy de acuerdo con la ley, me parece que está bien y que va a contribuir a reducir el consumo de tabaco y sobre todo va a mejorar la situación de los fumadores pasivos. No creo que a los fumadores les cueste adaptarse. En mi caso particular, fumo poco y nunca en espacios cerrados"
José González Querio (59): "Una ley como la que se aprobó no alcanza. Es necesaria una que prohiba por completo el cigarrillo en los lugares públicos y cerrados. Soy uruguayo y en mi país ya existe una ley así. Cuando comenzó a regir hubo muchas protestas durante los primeros 3 meses. Hoy, si alguien quiere fumar en un bar tiene que salir y sentarse afuera. Y nadie se queja".
Fredy Madueño (35): "Me parece bien adaptar espacios especiales para los que fuman, creo que los fumadores tienen que estar separados de los que no fuman. En lo personal no creo que la ley me afecte, porque aunque soy fumador, tengo por costumbre fumar siempre en espacios abiertos y sobre todo no fumar nunca en horario de trabajo".