"Vuelos de la muerte": detienen en España a un piloto y reclamarán su extradición
| 24 de Septiembre de 2009 | 00:00
El ex militar Julio Alberto Poch, acusado de haber participado en "vuelos de la muerte" durante la última dictadura, fue detenido en España y la Argentina pedirá ahora su extradición.
Poch trabajaba como comandante de avión para una aerolínea comercial holandesa, Transavia, y fue arrestado el martes "durante una escala de 40 minutos" entre Valencia y Amsterdam, vuelo que piloteaba "con relativa frecuencia", anunció el Ministerio de Interior español en un comunicado.
El piloto es "teniente de fragata retirado de la Armada argentina" y "era reclamado por la responsabilidad que podría corresponderle como aviador naval con base en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada" (ESMA), indicó el gobierno español.
La Secretaría de Derechos Humanos que conduce Eduardo Luis Duhalde tuvo en 2007 información proveniente de Holanda que indicaba que un aviador civil de origen argentino y con nacionalidad de ese país europeo se jactaba de haber sido piloto de los aviones que, tras el golpe militar de 1976, arrojaban al mar prisioneros con vida, secuestrados en la ESMA.
La investigación permitió determinar que se trata de Julio Alberto Poch, nacido en Buenos Aires el 20 de febrero de 1952, egresado del colegio Nacional Buenos Aires en el año 1968, que cursó la Escuela Naval Militar entre los años 1969 a 1972.
Esta información fue denunciada ante el juez federal Sergio Torres, quien dispuso su procesamiento y la orden de captura librando el pedido de extradición a través de Interpol a Holanda, la que no se hizo efectiva en razón de su doble nacionalidad.
Sin embargo, al momento de viajar a Valencia varios agentes de la Policía Nacional española lo detuvieron "tratando de ocasionar el menor trastorno posible al pasaje del vuelo", para lo que incluso "se había previsto a un nuevo comandante con antelación", precisó el gobierno español.
Mediante los "vuelos de la muerte" un número no precisado de detenidos-desaparecidos fueron tirados al mar vivos desde aviones militares durante la dictadura, una metodología de exterminio que fue confesada en 1995 por el ex represor de la ESMA Adolfo Scilingo.
Según testimonios recogidos por el juez Torres, Poch hablaba con sus compañeros de trabajo de la línea holandesa de los crímenes sin muestras de arrepentimiento.
Uno de esos pilotos sostuvo que la confesión surgió luego de que saliera a la luz la noticia de que Jorge Zorreguieta, el padre de la princesa Máxima, tenía restricciones para visitar a su hija en Holanda a raíz de su pasado como secretario de Agricultura de la dictadura.
Poch trabajaba como comandante de avión para una aerolínea comercial holandesa, Transavia, y fue arrestado el martes "durante una escala de 40 minutos" entre Valencia y Amsterdam, vuelo que piloteaba "con relativa frecuencia", anunció el Ministerio de Interior español en un comunicado.
El piloto es "teniente de fragata retirado de la Armada argentina" y "era reclamado por la responsabilidad que podría corresponderle como aviador naval con base en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada" (ESMA), indicó el gobierno español.
La Secretaría de Derechos Humanos que conduce Eduardo Luis Duhalde tuvo en 2007 información proveniente de Holanda que indicaba que un aviador civil de origen argentino y con nacionalidad de ese país europeo se jactaba de haber sido piloto de los aviones que, tras el golpe militar de 1976, arrojaban al mar prisioneros con vida, secuestrados en la ESMA.
La investigación permitió determinar que se trata de Julio Alberto Poch, nacido en Buenos Aires el 20 de febrero de 1952, egresado del colegio Nacional Buenos Aires en el año 1968, que cursó la Escuela Naval Militar entre los años 1969 a 1972.
Esta información fue denunciada ante el juez federal Sergio Torres, quien dispuso su procesamiento y la orden de captura librando el pedido de extradición a través de Interpol a Holanda, la que no se hizo efectiva en razón de su doble nacionalidad.
Sin embargo, al momento de viajar a Valencia varios agentes de la Policía Nacional española lo detuvieron "tratando de ocasionar el menor trastorno posible al pasaje del vuelo", para lo que incluso "se había previsto a un nuevo comandante con antelación", precisó el gobierno español.
Mediante los "vuelos de la muerte" un número no precisado de detenidos-desaparecidos fueron tirados al mar vivos desde aviones militares durante la dictadura, una metodología de exterminio que fue confesada en 1995 por el ex represor de la ESMA Adolfo Scilingo.
Según testimonios recogidos por el juez Torres, Poch hablaba con sus compañeros de trabajo de la línea holandesa de los crímenes sin muestras de arrepentimiento.
Uno de esos pilotos sostuvo que la confesión surgió luego de que saliera a la luz la noticia de que Jorge Zorreguieta, el padre de la princesa Máxima, tenía restricciones para visitar a su hija en Holanda a raíz de su pasado como secretario de Agricultura de la dictadura.
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