Quieren prohibir los juegos de guerra a menores de 21
Hay un proyecto en la Legislatura. Propone además que los mayores tengan un permiso especial
| 29 de Abril de 2010 | 00:00

Un proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados bonaerense busca prohibir a menores de 21 años los llamados juegos de guerra, como el "Paintball", "Speedball-Recball" o "Xtreme", en el que los participantes usan réplicas de armas para disparar pequeñas bolas de pintura a otros jugadores utilizando estrategias de guerra o combate urbano.
Según la iniciativa, además, los mayores de 21 deberán tener un permiso otorgado por el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Para el otorgamiento del permiso, las personas deberán contar con los mismos requisitos que para la tenencia de armas de fuego. Asimismo, los predios donde se practica esta actividad deberán poseer habilitación de la Secretaria de Seguridad, o la dependencia que el Poder Ejecutivo designe.
Luego de repasar cada característica de estos juegos, el autor del proyecto, el diputado Gabriel Villegas, dijo que "se habla de un deporte extremo, la realidad es que estamos ante la presencia de un entrenamiento de combate utilizado en muchos casos por las Fuerzas de Seguridad, más específicamente por los grupos especiales de asalto".
Para el legislador, integrante del bloque FpV/PJ, "esto permite que personas dedicadas a la comisión de delitos puedan actuar libremente en escenarios preparados para la comisión de un delito, o lograr un entrenamiento de grupo táctico que le permita concretar exitosamente actividades ilícitas".
Finalmente, Villegas remarcó que "esta actividad puede ser desarrollada por menores de 10 años", y aclaró que "las bolas de pintura disparadas a más de 90 metros pueden provocar grandes hematomas, romper la piel e incluso los dedos", e insistió en que "se deben adoptar medidas para impedir el aumento de la violencia".
EN LA OTRA VEREDA
Al tanto de este proyecto, desde los distintos predios de nuestra región donde se practican este tipo de juegos se coincidió ayer en que la iniciativa "no tiene ninguna lógica y no va a servir para disminuir la violencia social".
Fernanda, responsable de "Los Talas Paintball", que funciona en Berisso y es uno de los más concurridos de la región, aseguró que si el proyecto se hace ley "se respetará como corresponde, pero eso no significa que sea una idea coherente. Los jugadores tienen que ser mayores de 18 años, y si hay menores, que son los menos, vienen acompañados de un adulto y con una autorización. Nunca tuvimos un problema. No entiendo por qué buscan relacionar la violencia que hay en la sociedad con estos juegos".
Pese al furor que generan las simulaciones de guerra aquí y en el mundo, no son pocos los que se preguntan por qué un grupo de adultos se junta para dispararse pintura como si fueran soldados de verdad. En nuestra región ya hay cuatro lugares que ofrecen estos juegos (para muchos considerado un deporte).
En todos los casos, más allá de las diferencias que puede haber entre cada competencia, se simula un combate entre dos equipos que se disparan bolas de pintura con una marcadora, una especie de pistola de aire comprimido pero que funciona con una garrafa de CO2. Todo aquel que es impactado queda fuera de combate. Al menos por unos minutos.
Promocionado básicamente a través de la Web, el juego-deporte cuenta con distintas características. Para los que buscan sólo la competencia recreativa existe el speedball, una modalidad en la que equipos de entre cinco y diez personas se enfrentan en un terreno pequeño con el objetivo de alcanzar la bandera clavada en las líneas enemigas. Según la iniciativa que se acaba de presentar en la Legislatura bonaerense, también esta actividad deberá ser jugada por mayores de 21 años.
EL PERFIL
Aunque los hacedores del paintball prefieren no encasillar las edades de los jugadores ni trazar un perfil determinado de ellos, el promedio de edad en la Región está entre los 22 y 35 años. Muchos tienen trabajos sedentarios, y no son pocos los que se calzan la ropa de fajina después de haber pasado largas horas frente a la computadora jugando juegos en red
Según la iniciativa, además, los mayores de 21 deberán tener un permiso otorgado por el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Para el otorgamiento del permiso, las personas deberán contar con los mismos requisitos que para la tenencia de armas de fuego. Asimismo, los predios donde se practica esta actividad deberán poseer habilitación de la Secretaria de Seguridad, o la dependencia que el Poder Ejecutivo designe.
Luego de repasar cada característica de estos juegos, el autor del proyecto, el diputado Gabriel Villegas, dijo que "se habla de un deporte extremo, la realidad es que estamos ante la presencia de un entrenamiento de combate utilizado en muchos casos por las Fuerzas de Seguridad, más específicamente por los grupos especiales de asalto".
Para el legislador, integrante del bloque FpV/PJ, "esto permite que personas dedicadas a la comisión de delitos puedan actuar libremente en escenarios preparados para la comisión de un delito, o lograr un entrenamiento de grupo táctico que le permita concretar exitosamente actividades ilícitas".
Finalmente, Villegas remarcó que "esta actividad puede ser desarrollada por menores de 10 años", y aclaró que "las bolas de pintura disparadas a más de 90 metros pueden provocar grandes hematomas, romper la piel e incluso los dedos", e insistió en que "se deben adoptar medidas para impedir el aumento de la violencia".
EN LA OTRA VEREDA
Al tanto de este proyecto, desde los distintos predios de nuestra región donde se practican este tipo de juegos se coincidió ayer en que la iniciativa "no tiene ninguna lógica y no va a servir para disminuir la violencia social".
Fernanda, responsable de "Los Talas Paintball", que funciona en Berisso y es uno de los más concurridos de la región, aseguró que si el proyecto se hace ley "se respetará como corresponde, pero eso no significa que sea una idea coherente. Los jugadores tienen que ser mayores de 18 años, y si hay menores, que son los menos, vienen acompañados de un adulto y con una autorización. Nunca tuvimos un problema. No entiendo por qué buscan relacionar la violencia que hay en la sociedad con estos juegos".
Pese al furor que generan las simulaciones de guerra aquí y en el mundo, no son pocos los que se preguntan por qué un grupo de adultos se junta para dispararse pintura como si fueran soldados de verdad. En nuestra región ya hay cuatro lugares que ofrecen estos juegos (para muchos considerado un deporte).
En todos los casos, más allá de las diferencias que puede haber entre cada competencia, se simula un combate entre dos equipos que se disparan bolas de pintura con una marcadora, una especie de pistola de aire comprimido pero que funciona con una garrafa de CO2. Todo aquel que es impactado queda fuera de combate. Al menos por unos minutos.
Promocionado básicamente a través de la Web, el juego-deporte cuenta con distintas características. Para los que buscan sólo la competencia recreativa existe el speedball, una modalidad en la que equipos de entre cinco y diez personas se enfrentan en un terreno pequeño con el objetivo de alcanzar la bandera clavada en las líneas enemigas. Según la iniciativa que se acaba de presentar en la Legislatura bonaerense, también esta actividad deberá ser jugada por mayores de 21 años.
EL PERFIL
Aunque los hacedores del paintball prefieren no encasillar las edades de los jugadores ni trazar un perfil determinado de ellos, el promedio de edad en la Región está entre los 22 y 35 años. Muchos tienen trabajos sedentarios, y no son pocos los que se calzan la ropa de fajina después de haber pasado largas horas frente a la computadora jugando juegos en red
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE