Obama visita la zona afectada por el derrame de petróleo

El presidente de Estados Unidos arribó hoy por tercera vez al Golfo de México, en momentos en que la petrolera responsable de la fuga de crudo comenzó a capturar algo de la filtración



El presidente de Estados Unidos Barack Obama, furioso por la contaminación del Golfo de México, arribó este viernes la zona, en su tercera visita al lugar del desastre, en momentos en que la responsable British Petroleum comenzó a capturar algo de la filtración de crudo.

El avión presidencial Air Force One aterrizó poco después de las 13H00 locales (18H00 GMT) en el aeropuerto Louis Armstrong de Nueva Orleans.

Obama tiene previsto reunirse con responsables locales, luego se dirigirá a la costa del Golfo para visitar a sus habitantes y a los empresarios que sufren las consecuencias de la contaminación petrolera, dijo su portavoz Robert Gibbs.

El mandatario había dicho el jueves sentirse furioso por la contaminación en el Golfo de México, debida al derrame de cerca de 80 millones de litros de crudo desde la explosión de la plataforma Deep Horizon, que causó 11 muertos.

"Esta situación me enfurece porque demuestra que alguien no pensó en las consecuencias de sus acciones", dijo Obama. "Ahora quieren resolver el problema porque les cuesta mucho dinero", agregó.

BP logró colocar el jueves un dispositivo -similar a un embudo- sobre la fuga de crudo (a 1,6 km bajo el nivel del mar) que captura unos 1.000 barriles de petróleo (160.000 litros) al día, cuando se estima que la fuga es entre 2 y 3 millones de litros diarios.

El almirante de la Guardia Costera, Thad Allen, encargado de la respuesta del gobierno estadounidense al derrame, reconoció que "el movimiento es lento, de alrededor de 1.000 barriles diarios en este momento".

Explicó que el dispositivo tiene cuatro válvulas que se van cerrando lentamente para evitar la formación de hidratos gaseosos, similares a los cristales de hielo, que hicieron fracasar un intento previo para contener el derrame.

"Aún si (el sistema) es exitoso, esto es solo temporal y un arreglo parcial, por lo que debemos continuar con operativos de respuesta agresivos en la fuente (de la fuga), en la superficie y a lo largo de la costa", afirmó Allen.

Hasta ahora BP ha fracasado en todos los intentos para detener la continua fuga de crudo, iniciada el 22 de abril, en lo que es el peor desastre ecológico de la historia de Estados Unidos.

El director de explotación de BP, Doug Suttles, dijo tener "bastante confianza en que va a funcionar. Sin dudas no va a capturar todo el flujo (de crudo), pero debería capturar la gran mayoría".

En Londres, el consejero delegado de BP, Tony Hayward, dijo que se necesitarán unas "48 horas para evaluar la cantidad de gas y de petróleo capturada" tras la instalación de un embudo.

Hayward subrayó que "lamenta profundamente" lo ocurrido el 20 de abril con la explosión de la plataforma de BP en el Golfo de México e insistió en "disculparse personalmente y en nombre del conjunto de BP por lo ocurrido" y recordó que el grupo se comprometió a pagar todos los gastos ligados a el desastre.

El gobierno estadounidense remitió el jueves a BP una primera factura de 69 millones de dólares por los gastos causados al erario público.

Asimismo, el gobernador de Florida, Charlie Crist, reclamó un pago de 100 millones de dólares a BP para proteger al llamado "estado soleado" de eventuales daños ambientales y económicos por el derrame.

La televisión y los diarios mostraban chocantes imágenes de pelícanos y aves marinas empetroladas a lo largo de la costa de Luisiana.


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