Hay un prófugo por el crimen de Castelar

Un joven de 25 años está identificado y con pedido de captura por el crimen del estudiante Nicolás Arroyo (20), cometido el viernes por la noche, informaron hoy fuentes judiciales y policiales



Un joven de 25 años está identificado, prófugo y con pedido de captura por el crimen del estudiante Nicolás Arroyo (20), cometido el viernes por la noche en la localidad bonaerense de Castelar Sur, informaron hoy fuentes judiciales y policiales.

Los voceros indicaron que bajo las órdenes del fiscal de Morón Matías Rappazzo, la policía realizó a las 5 de esta madrugada dos allanamientos de urgencia en el partido de Merlo, en busca del presunto autor material del asesinato, a quien aún no pudieron localizar pero ya estaría cercado.

En uno de los domicilios allanados, la policía secuestró un arma larga que no fue la utilizada en el homicidio de Arroyo, dijeron los investigadores.

Fuentes judiciales revelaron que el nombre del sospechoso surgió de informantes y tareas de inteligencia aportadas a la causa por la policía.

El fiscal Rappazzo convocará en las próximas horas a los testigos clave del hecho para que realicen un reconocimiento fotográfico del sospechoso aún prófugo.

Uno de esos testigos, Guillermo Pasto, el amigo que bajó del auto de Arroyo a comprar a un kiosco cuando llegaron los delincuentes, contó hoy a la prensa cómo fue el hecho.

"Volvíamos de la facultad y Nicolás me estaba llevando a mi casa. Paramos en un kiosco y me bajé a hacer unas compras. Cuando me dan las cosas, escucho un disparo y me doy vuelta. Vi un hombre armado apuntándome y él (por Nicolás) estaba agachado", relató Guillermo.

El amigo contó que cuando el delincuente se distrajo y miró para otro lado, él se acercó al auto para asistir a su amigo.

"Fui corriendo, abrí la puerta, lo agarré y pensé que no le habían pegado porque no le vi sangre, pero me di cuenta que sí cuando no podía respirar y trataba de hablar y no podía. Ahí lo abracé, hasta que no pudo más", recordó.

El testigo dijo que si bien los asesinos "no le robaron nada" a Nicolás, su impresión es que seguramente "le quisieron sacar el celular, porque estaba mandando un mensaje".

El testigo aseguró que los asaltantes "eran dos", que "el que estaba armado tendría 22 o 23 años" y que "el otro era más chico".

"Primero lo mataron y después fueron a robar", dijo el joven al señalar que tras cometer el asesinato, los ladrones le robaron a una pareja que estaba acercándose al kiosco.

Arroyo (20) estudiaba en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLM) y vivía junto a su familia en Ituzaingó.



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