La hora del neo romanticismo

El estilo neo romántico implica una mirada hacia el pasado sin anclarse en un concepto anticuado, pero, incorporando las últimas corrientes en revestimientos, textiles y complementos.

Para reemplazar los tradicionales colores de la paleta rosa y celeste, que suelen aplicarse en el estilo romántico. En la actualidad, prevalecen
tonalidades como el morado, los lilas y el coral, que para los amantes de los detalles femeninos, es una alternativa excelente de renovarse.
Muebles de estilo, formas curvas y tonos suaves... Toda una recreación de tiempos pasados. Los estampados florales se combinan con las rayas
para no agotar el espacio. Las telas privilegian algodones, cretonas, terciopelos y encajes. Y en cuanto a los materiales, se destaca el hierro forjado pintado y la madera decapada.

ALGO MAS QUE ROSA

En la paleta de colores encontramos tonos como turquesa, morado, coral, gris perlado y blanco, pero lo más importante es la diversidad de texturas.
Se utilizan linos espesos, adornos ligeros y transparentes, encajes y muchas flores. Antes la impronta romántica se limitaban a flores pequeñas en tonalidades rosa- y ahora utiliza rayas anchas, formas geométricas y flores de gran tamaño.

En cuanto a los accesorios, se prefieren las terminaciones de encaje, lámparas de cabecera transparentes, cestas con flores, plumas, cintas de diferentes anchos adheridas a las puertas, la cómoda y la cabecera de la cama.

EL ROL DE LAS TEXTURAS

La idea para este tipo de espacios es invertir en telas y géneros de ricas texturas y suaves al tacto, ya sea en la tapicería, la ropa de cama o los accesorios como almohadones y almohadas. En ambientes luminosos se utilizan texturas de colores vivos, para dar un aire bien sofisticado. Por ejemplo, mezclar texturas como lino, terciopelo, seda, tafetán y lana, que recrean mucha modernidad, sin dejar de aportar elegancia y diseño. Los colores claros que se elijan para las pareces y el piso permiten un contraste exquisito con las texturas de los diferentes géneros.

Para sofás, sillas y butacas preferir materiales como el terciopelo o el jacquard, lisos o con motivos florales. Las mantas, que ayudan a
crear un ambiente entrañable, pueden ser de algodón, chenille, lana o seda, tejidos que unen la elegancia con la suavidad.

El contraste lo encontramos entre la tapicería y los complementos.

Las alfombras de lana y las mesas cubiertas con manteles de lino o algodón dan el toque definitivo y hacen sentir a los invitados como en casa.

DELICADEZA Y SOFISTICACION

El elemento que no debe faltar en este tipo de estilo es el biombo. Es un objeto dúctil, ya que además de mostrar telas o papeles pintados, sirve para colgar un vestido atractivo, personalizando el espacio.

La vedette como siempre es la cama, engalanada con pomposos acolchados y almohadones blancos de diferentes texturas. No se debe pasar por alto el cabecero, que mientras más importante y suntuoso sea, mucho más se destacará en el ambiente.

El neo romanticismo, es un estilo aplicable, tanto en el cuarto principal, como en el cuarto de las niñas: una solución para tener en cuenta, cuando no se sabe como decorarlo.

Un recurso con impacto: revestir las paredes del salón como si fueran fachadas, con piedra o madera. Es el marco perfecto para piezas de materiales ligeros y resistentes, como el mimbre y el hierro forjado.

Y una premisa importante: jugar con los estilos y tener presente que el secreto está en los pequeños detalles.

Foto columnista
Por Virginia Escribano
www.airesdebohemia.com


DECO NOTICIAS

Recuperar los veladores de la abuela, las lámparas arrumbadas en algún rincón de la casa, o animarse a crear una propuesta especialmente pensada para un cuarto específico.

Utilizar cristales antiguos vueltos a nuevo, telas (terciopelos, tules, sedas, puntillas y galones), técnicas de dorado y plateado a la hoja, reinstalación completa de las conexiones eléctricas.