El Lobo tuvo su apoyo en el Sur

Unos 200 hinchas pudieron entrar a la cancha, y al final se fueron festejando

PUERTO MADRYN (Enviado especial).- Con resignación los hinchas albiazules debieron aceptar que no podrían viajar a Puerto Madryn porque no se venderían entradas para el público visitante. Pero el hincha nunca se entrega... nunca se da por vencido.

Desde la ciudad de La Plata igualmente hinchas en autos particulares decidieron viajar igual. Y una vez en Madryn, la filial “Patagonia Tripera” oriunda de la ciudad de Neuquén juntó a su gente y también llegaron triperos desde ciudades vecinas.

Así es que los hinchas se empezaron a juntar el sábado y se hicieron presentes en el hotel donde se alojó la delegación albiazul, y allí le pidieron a los dirigentes albiazules que hicieran algo para poder entrar al estadio.

Después de las tratativas con sus pares de Guillermo Brown, se decidió que los hinchas triperos pudieran ingresar al “Raúl Conti” para presenciar el partido, aunque con algunas condiciones.

A los hinchas del Lobo se les dio un sector en un costado, y se los separó de la parcialidad local con un cordón policial. Y se los dejó entrar con el compromiso de no generar inconvenientes con los locales, algo parecido a lo que tiempo atrás ocurrió en Mendoza con los hinchas de River.

Entonces fue que los hinchas sacaron las correspondientes entradas, e ingresaron a la cancha con bastante tiempo de antelación.

SIEMPRE PRESENTES

En una jornada tan especial por el “Día de la Madre” y sin televisación, los hinchas albiazules que pudieron ingresar fueron verdaderos privilegiados que pudieron ver este histórico encuentro entre Guillermo Brown y Gimnasia, el primero de su historia.

Lo cierto es que cerca de 200 hinchas albiazules fueron testigos del importante triunfo, y al final, colocaron algunas banderas, como por ejemplo una de ellas que decía: “Triperos en el exilio. Puerto Madryn”.

Obviamente ninguno de ellos pudieron contenerse y cuando el Turbo Vargas anotó el gol, explotaron y lo gritaron como locos. En el banco de suplentes también saltaron a la cancha y festejaron muchísimo la conquista. Y para destacar, no hubo ningún inconveniente, ya que la parcialidad local no mostró enojo por el festejo de los mens sana, pero sí con algunos fallos del árbitro.

Desde esa tribuna, lejos del Bosque los hinchas alentaron dentro de sus posibilidades y se fueron felices gozando con el triunfo. Los jugadores en el final del partido entre abrazos, fueron a festejar con ellos y a ofrecerles la victoria, como premio a tanto esfuerzo para poder ver al equipo.

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