Rechazo a la ley que reclaman los gremios por las ganancias

Cristina le cerró la puerta al proyecto y profundizó el distanciamiento con Moyano

En público y ante industriales, la presidenta Cristina Kirchner definitivamente desechó el proyecto impulsado por la CGT para que las empresas repartan ganancias con los trabajadores y, de esa forma, acentuó el distanciamiento con el jefe de la central obrera, Hugo Moyano.

En el marco de la Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina y en medio del enfrentamiento con los sindicatos aeronáuticos por el futuro de Aerolíneas Argentinas, la jefa de Estado aseguró que "últimamente los conflictos no son laborales" sino que responden a "tironeos entre gremios".

La iniciativa fue presentada en el Parlamento en septiembre de 2010 por el diputado oficialista Héctor Recalde, abogado además de la Confederación General del Trabajo (CGT), cuya relación con la Rosada ha comenzado a resquebrajarse en los últimos meses.

MENSAJES

Ante un auditorio compuesto casi exclusivamente por empresarios, y por donde un rato antes había pasado Moyano, la Presidenta se preguntó, con cierta ironía: "¿Está el compañero secretario general de la CGT? ¿No? ¿Se fue? Bue..., de todas formas, vemos sus mensajes al Poder Ejecutivo todos los días en los diarios".

En esa misma línea, agregó: "No hay que enojarse, no hay que hablarse por los diarios. Cuando uno quiere arreglar las cosas debe tomar el teléfono y llamar o visitar el despacho de un funcionario y listo".

"Yo les cuento lo que opino. Si la economía pudiera regirse por leyes sancionadas por el Parlamento no tendríamos necesidad de una UIA ni de una CGT. Pero la economía se rige por otras leyes", subrayó la Presidenta en referencia al proyecto de reparto de ganancias.

En su discurso que duró en total 57 minutos, Cristina aseguró que "hay empresarios que han acordado distribuir sus utilidades con sus trabajadores, y me parece muy bien".

"Eso es algo que tienen que decidir los trabajadores y los empresarios. No es algo que pueda imponer por la fuerza el Estado a través del Parlamento. Seamos sinceros", consideró la Presidenta. En ese sentido, calificó de "muy bueno" que la distribución de ganancias se realice bajo negociaciones colectivas y señaló que los trabajadores "que participan en las ganancias, defienden más a las empresas, se ponen la camiseta".

Por la mañana, y en el mismo ámbito de la Conferencia, Moyano advirtió que pese a apoyar al Gobierno no dejará de "reclamar por los derechos de los trabajadores" y que "nadie debería ponerse nervioso por eso" (ver pág. 7).

Para los empresarios, el proyecto gremial avanza hacia un "poder de interferencia sindical" en las empresas, pues otorgaría a los sindicatos facultades de fiscalización y de información incluso superiores a las de los propios accionistas.

Pero según sus impulsores, la iniciativa busca dar cumplimiento a la Constitución Nacional que, al enumerar los derechos de los trabajadores, consagra el de la "participación en las ganancias de las empresas con control en la producción y colaboración en la dirección"

El proyecto plantea el reparto entre los trabajadores del diez por ciento de las ganancias anuales -descontando el pago de impuestos y las inversiones- de las empresas con más de 300 empleados, aunque ese tope bajará a cien empleados una vez que se cumplan dos años desde la aprobación de la ley.

Después del tercer año, todas las compañías deberían realizar reparto de ganancias entre su plantilla, según esta iniciativa.

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