Gimnasia falló en defensa y la justicia le dio la espalda
| 17 de Marzo de 2012 | 00:00
El equipo de Troglio había sido dueño y señor del primer tiempo, en donde controló absolutamente todo, manejó la pelota, creó varias situaciones claras para anotar pero no estuvo certero en la estocada final.
Resultó un buen primer tiempo de Gimnasia, en donde tácticamente superó a un rival que se mostraba irresoluto, mal parado en defensa y que solo atino a relantizar el trámite a fin de poder controlar a un rival que se le venía encima casi sin solución de continuidad.
El muy buen trabajo de Nicolás Cabrera, que nunca pudo ser controlado aunque le pusieran doble marca, fue la via segura de ataque que tuvo el Lobo, ya que en velocidad o con pelota dominada siempre se impuso en el mano a mano, pero también los pelotazos largos fueron una muy buena arma como para apurar al endeble fondo del Halcón, que marcaba en línea, y muy mal.
Al regreso del descanso, el partido sufrió una involución. No fue ni por las tapas el del primer tiempo. El Halcón fue a pelearlo más al medio y Gimnasia perdió aquella actitud del arranque. Todo se hizo más peleado y forcejeado en el medio y las llegas con peligro brillaron por su ausencia.
Troglio tuvo que cambiarlo al sentido Capurro y en su lugar colocó a Ruiz. Poco después lo puso a Vizcarra y lo sacó a Magallán, rearmando la línea del fondo que, de tres, pasó a marcar con cuatro. Pero el equipo había perdido aquel orden y aquella supremacía. Pero ni aún así se soltó la visita, que siguió tratando más de aguantar que de jugar, aunque ahora lo hacía un poco más en terreno rival.
Ya con el Turbo Vargas en el ataque, y con Cabrera más retrasado, Gimnasia fue a jugarse los últimos cartuchos. Se disputaba el minuto 39 cuando Cabrera puso un pase hacia la izquierda buscando a Alan Ruiz. El zaguero Lazzaroni lo cruzó, primero paró la pelota con su muslo derecho y enseguida se llevó la pelota con el antebrazo derecho. Un clarísimo penal que el árbitro pareció que cobraba de primera intención, que después buscó apoyarse en el línea Eduardo Lucero y, como éste nada le marcó, dejó pasar por alto.
Dos minutos después ni Benavídez ni Goux pudieron evitar que Bustamante levantara un centro al área mens sana desde la derecha, Macaluso falló en el rechazo aéreo, Piriz Alves la paró en el área con tiempo para dominarla, girar y poner la pelota contra el palo derecho de Monetti con Casco, que bien lo pudo haber anticipado al uruguayo, como privilegiado espectador de la escena que selló el resultado ayer en el Bosque.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE