Las fuentes platenses le dan la bienvenida a un “gigante”
| 25 de Marzo de 2012 | 00:00
Con diferentes edades y estilos, más cerca del esplendor o el olvido según la época, las fuentes ubicadas en plazas, parques, bulevares y rotondas son piezas relevantes en el ecléctico e invalorable patrimonio urbano platense. En el corto plazo, esta colección sumará una incorporación clave con el proyecto de Clorindo Testa que la Comuna planea emplazar en 32 entre 12 y 13.
La iniciativa que el experimentado arquitecto imaginó para jerarquizar uno de los principales accesos al casco histórico se concretará -según se informó desde el municipio- antes del 19 de noviembre, fecha en que se celebrará el 130º aniversario fundacional. Tendrá casi 70 metros de longitud; Testa la describió como “un paisaje artificial dentro de un paisaje natural”, cuyo espejo de agua estará cruzado por una pasarela a cuyos lados habrá toboganes, un árbol y dos singulares estructuras, todo de hormigón. Enmarcada por un frondosa arboleda que se conservará íntegramente, el agua “jugará” permanentemente con las superficies, que por las noches estarán iluminadas y reflejarán vivos colores.
Actualmente, para dar la “bienvenida” a los visitantes La Plata cuenta con sendas fuentes sobre las ramblas de la avenida 32: en 7 y en 13. La primera es circular, de impronta tradicional, y la plazoleta que la alberga dejó de ser utilizada como rotonda tras una reciente remodelación. En la de 13, de diseño contemporáneo, hormigón y metal, el estanque está “camuflado” bajo una estructura tubular que sostiene una placa con el clásico esquema del mapa platense.
Lejos de los diseños futuristas, la “Fuente de Los Querubines” es un bellísimo ejemplo de arte clásico ubicado en el sector cerrado del parque Saavedra, predio que después de llamarse “Parque Uriburu” pasó a denominarse hace veinticinco años “Lisandro de La Torre”. Hecha con mármol de Carrara, se destaca nítidamente entre las fuentes de ese espacio verde, que también aloja las del “Niño con Delfín” y “La Paz”. En plaza Moreno, “Las Cuatro Estaciones” también aportan armonía clásica, con una particularidad: delimitan un conjunto escultórico que “usa” como plataforma buena parte del espacio verde.
En apenas seis cuadras, a lo largo de avenida 44, se pueden hallar dos piezas dedicadas a diferentes colectividades. En plaza Paso, de 13 y 44, está la moderna fuente “del Astrolabio”, erigida en honor a los inmigrantes árabes en nuestro país; en plaza Italia, de 7 y 44, la que corresponde al “Monumento al Inmigrante Italiano”.
Otro de los principales ejes de la Ciudad, el de avenida 51, cuenta desde mediados de los años ‘60 con la mayor cantidad de fuentes en un solo proyecto urbanístico: son cinco, entre las calles 8 y 12.
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