Valiosos aportes de la Universidad en beneficio de chicos de escasos recursos

El trabajo con chicos de escasos recursos y en situación de calle, con el propósito de capacitarlos para facilitar su inserción laboral y apoyarlos en la creación de microemprendimientos -además de sensibilizarlos sobre la importancia de la escuela- en una iniciativa que por segundo año consecutivo concretan estudiantes y graduados de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, no sólo ofrece una alternativa novedosa y práctica sino que enlaza a la casa de altos estudios con uno de sus objetivos esenciales, como es el de cumplir con el desafío que impone la extensión universitaria.

Pese a ser tradicionalmente percibida por muchos como tan sólo formadora de fríos administradores de empresa, la mencionada facultad despliega, sin embargo, una solidaria actividad formativa, comprometida con el medio social en la que está inmersa.

En lo que se refiere a los alumnos, según se explicó, el programa puesto en práctica apunta a que se formen en el aspecto ético y en la cuestión de responsabilidad social para que luego incorporen estos valores en su ulterior desempeño profesional.

Persuadir a los chicos a los que asisten sobre la importancia de la formación escolar, desarrollar y consolidar la existencia de instituciones barriales y la capacitación de sus asociados, para que impulsen microemprendimientos, y, entre otras actividades, colaborar en la conformación de cooperativas de consumo y en la creación de centros de día forman parte de los programas que se desarrollan.

En fecha reciente, destacados educadores elogiaron el trascendente rol que viene cumpliendo la Universidad local, especialmente a través de las tareas de extensión que vienen desplegando distintas facultades, recolocándose de esa manera en el núcleo conceptual que anidó en el pensamiento de las figuras fundadoras de Rafael Hernández y Joaquín V. González, así como en los objetivos del movimiento reformista que prestigiaron a la casa de altos estudios.

Corresponde entonces subrayar que, con propuestas de este tipo, la Universidad cumple una de sus misiones esenciales. El desarrollo de alternativas y propuestas innovadoras para responder a las demandas y problemáticas sociales es una de las tareas básicas de la extensión universitaria. Y el programa al que aquí se hace referencia es, en ese sentido, un modelo para valorar.

No es la primera vez que en esta columna se valoran acciones de la Universidad, como por caso las que se han venido desarrollando para el mejoramiento de la producción de hortalizas y de otros tipos de alimentos, así como las tareas investigativas desplegadas para mejorar las técnicas del transporte de pasajeros, entre muchas otras.

Es evidente que la capacidad académica de la Universidad local puede aportar soluciones trascendentes para muchos problemas sociales y, por cierto, en beneficio de miles de personas que merecen vivir y progresar en condiciones más dignas.