Salada de Oriente, un pesquero lejano pero con muy buen rinde

Invitados por Marcelo y Claudia, encargados de la estancia LA Turca y la laguna Salada de Oriente, programamos una nueva salida de pesca ya que los comentarios previos sobre la pesca de pejerreyes eran realmente muy alentadores.

Y hasta allí viajamos desde la ciudad de La Plata; tomamos la ruta 215 hasta Monte, luego empalmamos la ruta 3 hasta Tres Arroyos donde nuestro amigo Gustavo Crenz nos ofreció unas mojarras espectaculares, y continuamos hasta el km.530 ½, donde se ingresa a la localidad de Oriente; retomamos el camino que va a la playa Mary Sol. Una vez que se termina el camino de pavimento, seguimos 400 metros más donde una palmera es la referencia y doblamos hacia la derecha hasta que se termina ese camino; finalmente giramos a la izquierda y tomamos el primer camino a la derecha nuevamente, que es el mismo que termina en la estancia La Turca.

Este lugar cuenta con cabañas para 14 personas, como así también un gran salón comedor con todas las comodidades, el recibimiento en la estancia como siempre fue excelente.

El pronóstico anunciaba que el tiempo cambiaría radicalmente y así fue; al amanecer desayunamos y fuimos hasta la laguna, distante 5 kilómetros de la estancia.

La partida

Al llegar al lugar vimos todas las embarcaciones preparadas, listas para navegar, tanto nosotros como los demás pescadores estábamos ansiosos; cargamos todos los elementos y a las 8 partimos.

El viento era muy leve del sector norte, navegamos hacia la costa opuesta donde teníamos la referencia de la última pesca, un silo sobre la margen izquierda.

Notamos muchos cardúmenes chicos cuando íbamos navegando, lo que confirmaba los datos que nos había proporcionado Marcelo en la charla previa.

Capturas

Anclamos a 200 metros de la costa, armamos los equipos con cañas de 4 metros, reeles frontales, multifilamento del 0.14 y anzuelos Nº 1; todos con líneas de 3 boyas, de distintos colores, y las profundidades eran entre los 10 y los 50 centímetros.

Las respuestas no se hicieron esperar; a una profundidad de 25 cm. se lograban casi en forma simultánea los pejerreyes. El viento de repente se cortó pero igualmente la pesca continuaba de una forma excelente, y tomaban la carnada con mucha vitalidad, de forma franca, algo muy importante para tener en cuenta.

Cuando el viento era casi nulo movíamos las líneas continuamente, lo que nos favorecía mucho la continuidad de los piques. Luego nos trasladamos al centro de la laguna, el viento rotó al este y el oleaje era muy fuerte; hacíamos derivar las boyas pero los piques mermaron notablemente, por lo tanto buscamos un lugar protegido de los vientos y anclamos.

En ese lugar el pique retornó obteniéndose un pejerrey que pesó 400 gramos, sellando de esta manera una jornada espectacular de pesca logrando 20 piezas por pescador.

El amante de la pesca de pejerrey no puede dejar de visitar éste lugar donde el pescador y su familia disfrutarán de una jornada única tanto en esparcimiento como en naturaleza y sin faltar en la pesca de pejerreyes.