Un estallido cósmico de 1.200 años atrapado en árboles japoneses

Especial para EL DIA de National Geographic

Un excedente de átomos radiactivos presentes en árboles japoneses daría prueba de un hecho astronómico hasta ahora no registrado que habría bañado la Tierra con rayos cósmicos hace aproximadamente 1.200 años. Los rayos cósmicos son partículas subatómicas arrojadas al espacio en diversos hechos astronómicos, como supernovas y súper erupciones solares, versiones más potentes que se producen en otras estrellas.

La Tierra está bombardeada constantemente por una cantidad relativamente pareja de rayos cósmicos. Cuando las partículas de alta energía colisionan con átomos en nuestra atmósfera, desprenden partículas subatómicas denominadas neutrones.

Los neutrones que flotan libres pueden fijarse al nitrógeno atmosférico, convirtiéndose en carbono 14, una versión radiactiva del elemento.

El carbono 14 queda incorporado a árboles y plantas durante la fotosíntesis y en los cuerpos de los animales que comen esa vegetación. Es posible medir su degradación en la madera y el hueso y así determinar la edad de restos orgánicos antiguos.

Pero en un estudio reciente del crecimiento anual de los anillos de dos cedros de la isla de Yaku en el sur de Japón, se descubrió un sorprendente aumento de 1,2 por ciento en la cantidad de carbono 14 entre los años 774 y 775 de nuestra era.

La variación anual del carbono 14 es aproximadamente 0,05 por ciento, lo que significa que un 1,2 por ciento de aumento es más de 20 veces más de lo normal, probable señal de una explosión cósmica masiva.

¿Se en el hielo?

El descubrimiento es una suerte de rompecabezas, porque no existen registros históricos de una supernova o super erupciones en ese año, aunque esos hechos tuvieron que ser vistos por las personas que vivían por aquella época, según Fusa Miyake, de la Universidad Nagoya de Japón.

Una erupción solar de esa importancia habría cargado la Tierra de partículas generando auroras inusualmente intensas.

Y si el exceso de rayos cósmicos fue causado por una supernova, Miyake calcula que la explosión de la estrella habría ocurrido en un radio de 650 años luz de la Tierra, lo suficientemente cerca como para crear una nueva “estrella” en el cielo que habría sido vista incluso a la luz del día.

Y hay otro estudio que respalda la idea de que pudo haber un hecho cósmico cerca de la Tierra en la década de los años 770.

En 2008, otro grupo de investigadores japoneses detectó un aumento del elemento radiactivo berilio 10 en muestras de testigos de hielo tomadas en la Antártida.

Al igual que el carbono 14, el berilio 10 es producido por la colisión de rayos cósmicos con átomos en la atmósfera. Los átomos radiactivos se fijan a partículas en el aire, que pueden ser incorporadas en la lluvia o la nieve, explicó Miyake.

“Aunque no podemos afirmar con certeza que el pico de berilio 10 de la muestra de hielo ocurrió en el año 775, es posible que ambos picos tengan la misma causa”, afirmaron Miyake y su equipo.

Anillos de árboles

La técnica de los anillos de árbol para detectar hechos cósmicos está muy establecida, explicó Kevin Anchukaitis, un experto en anillos de árbol del Observatorio Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.

El método “se remonta a la década de 1960, cuando se desarrolló el uso de radiocarbono y se lo aplicó a la investigación arqueológica y geológica”, explicó el científico.

Por ejemplo, en 1995, el geocientífico Paul Damon observó un aumento prolongado en secuoyas gigantes que pude coincidir con una supernova registrada en el año 1006.

El equipo de Miyake deberá verificar sus descubrimientos en otras especies arbóreas de vida larga, como la secuoya gigante o el pino bristlecone, afirmó Anchukaitis.

“Esperamos que las supernovas y las super erupciones sean hechos globales”, añadió “que aparezcan en el radiocarbono de cualquier cronología tomada de los anillos de árboles de distintas partes del mundo”.

El nuevo estudio de los rayos cósmicos fue publicado online en Nature.

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