El antecedente del renacimiento

Aunque novedosa y original, la muestra que visitó nuestra ciudad y despertó el debate en todo el mundo acaso encuentre sus orígenes más directos en el Renacimiento, época en la que la medicina estuvo caracterizada por el llamado pensamiento anatómico. La disección de cadáveres humanos ya se practicaba ocasionalmente en los siglos XIII y XIV con fines médico-legales o de estudio del cuerpo humano por algunos artistas italianos. En el Renacimiento, el impulso por el estudio anatómico venía también de pintores y escultores que querían conocer el cuerpo humano para representarlo en toda su belleza. Hubo ciudades como Florencia en donde artistas, médicos y boticarios formaban el mismo gremio, y los artistas acudían a las disecciones para conocer directamente la anatomía humana. Un ejemplo es el de Leonardo da Vinci, quien además de ser pintor, físico, escultor, arquitecto, ingeniero y geólogo, hacía también sus propias investigaciones anatómicas. Claro que el científico quedó escondido en el artista, pues Leonardo compartió sus descubrimientos con un círculo muy estrecho de amigos, y lo que escribió lo hizo en una forma críptica, de derecha a izquierda, y su legado científico permaneció escondido por más de dos siglos. Distinta fue la historia del artista Vesalio, cuya obra “De humani corporis fabrica” fue muy difundida en su tiempo y tuvo dos ediciones durante la vida de su autor: en 1543 y en 1555.