Opinan los lectores

Catecismo

Juan Antonio Vazquez dice: “Yo no pertenezco a ninguna organización religiosa; ignoro si Dios existe o si su creencia sería una ilusión irremediable de casi toda la humanidad. No obstante, desde el año 1972 leo la Biblia; desde el año 2007 leo algunas páginas del Catecismo Católico Apostólico Romano con las que estoy de acuerdo (excepto cuando habla de su Dios), con sus definiciones contra el robo, la codicia, la avaricia y el aborto de embriones y fetos humanos (que están desnudos e indefensos). Contra esos pecados y delitos yo los he denunciado en mis cartas publicadas en “EL DIA” (25 junio 1984, 21 ene. 1986, 24 dic. 1991, 26 abr. 2007, 11 julio 2011, etc.) y en algunos expedientes estatales. Ese Catecismo utópico (3ª. parte, 2ª. secc., Cap. II, Art. 7, II, 2409), dice entre otros conceptos: toda forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno, aunque no contradiga las disposiciones de la ley civil, es contraria al Séptimo Mandamiento -”No robarás-” (Biblia, Exodo 20.15, Deuteronomio 5.19, Mateo 19.18). Así, robar es pagar salarios injustos, los trabajos mal hechos, el fraude fiscal, los gastos excesivos, el despilfarro”.

Pensión graciable del IPS

José Debenedetti señala: “Tengo una hija que tiene esquizofrenia y en la actualidad viene cobrando una pensión graciable del IPS de 330 pesos, suma ridícula en todo sentido, más si se tiene en cuenta la diferencia radical que se tiene con los pensionados de la Nación, cuyo monto es de más de mil pesos por mes. El fundamento que da el IPS es que la suma irrisoria es al solo efecto de que tengan la cobertura de IOMA pero no cubre las necesidades de alimento y abrigo, derechos básicos y elementales. Un medicamento no suple las calorías que puede otorgar un plato de comida, y un tratamiento médico no puede suplantar un abrigo para el inclemente invierno. Valga la redundancia ante la desigualdad con los pensionados graciables de la Nación y la vergonzosa respuesta del IPS. Puedo llegar con facilidad a un claro pensamiento final: para el gobernador Scioli los pensionados graciables son ciudadanos de segunda. Habría que preguntarle si con 330 pesos él puede vivir y satisfacer sus necesidades básicas”.

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