A hospitales bonaerenses llegan por mes cien mujeres golpeadas
Edición Impresa | 9 de Junio de 2013 | 00:00
“Es un incremento notable -confirma Lidia Tundidor, directora del Programa de Prevención y Atención de Violencia Familiar y de Género del Ministerio de Salud provincial-. De todos modos, creo que el crecimiento corresponde a una mayor visibilidad del problema. Antes una mujer llegaba golpeada a un hospital y nadie se enteraba”.
EN LA PROVINCIA
En nuestra provincia el tema es preocupante: 77% de las mujeres atendidas entre 2011 y 2012 por violencia de género en hospitales bonaerenses fueron agredidas por sus parejas, según datos oficiales. Para Tundidor, aunque el dato resulte bastante impresionante “no deja de ser alentador que el drama se haya hecho más visible y permita así derribar ciertos prejuicios a la hora de denunciar a un agresor o pedir ayuda”.
Otro dato que maneja la cartera sanitaria de la Provincia es que el 38% de las mujeres estudiadas ingresaron al hospital por la guardia. “Es decir que presentaban un alto compromiso de su estado de salud”, indican los responsables del informe al explicar que “toda violencia siempre empieza en el plano psicológico y emocional”, además de considerar que ocurre “en todos los sectores sociales”.
El 20% de los casos de violencia se da entre jóvenes de 19 y 25 años, mientras que otra cifra arroja más luz sobre el origen del drama: el 50% de las parejas violentas tuvo noviazgos violentos
Los datos que manejan en la cartera sanitaria bonaerense entran en sintonía con los brindados esta semana por el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, según los cuales la línea gratuita contra la violencia familiar (0800-666-5065) recibió en los primeros cinco meses del año un total de 276 llamados, de los cuales la mayoría (el 52%) correspondió a maltrato psíquico y emocional y un 38% directamente a maltrato físico. Según ese informe, además, el 68% de los agresores era pareja de la víctima.
En la Provincia, de acuerdo al registro que mantienen en el Programa de Prevención y Atención de Violencia Familiar y de Género, en lo que va del año se registraron ya 23 femicidios, de los cuales tres corresponden al Gran La Plata (uno en Berisso, otro en Los Hornos y, finalmente, uno en Brandsen catalogado como “femicidio vinculado”, es decir que el agresor atacó primero a la hija de su pareja). Son historias distintas pero parecidas. Historias que se encuadran dentro del mismo drama. Un insulto, un grito, una mano que se levanta. Los casos de violencia familiar con un muerto de un lado y un culpable del otro no paran de crecer. Los casos denunciados por mujeres golpeadas, tampoco.
Como se dijo, además, la mayoría de los agresores son del círculo más íntimo de la mujer atacada. Muchas de estas víctimas a veces son niñas. Y otra gran parte son chicas, adolescentes y jóvenes maltratadas por sus parejas.
TIPOS DE VIOLENCIA
“Una de las cosas que estamos notando con cierto espanto es que hay un incremento en la violencia sexual contra los niños -destaca Tundidor-, y en estos casos observamos también que las víctimas por lo general son nenes y nenas casi en igual porcentaje. Un cincuenta y cincuenta”.
De acuerdo al estudio del Ministerio de Salud, el 20% de los casos de violencia se da entre jóvenes de 19 y 25 años, mientras que otra cifra arroja más luz sobre el origen del drama: el 50% de las parejas violentas tuvo noviazgos violentos.
“Eso significa que el problema no es nuevo sino un flagelo de vieja data -opina Tundidor-. La mayoría de las víctimas comenzó a sufrir un alto grado de violencia de adolescentes, pero lo más llamativo de los últimos datos es que en estos casos la violencia se vuelve más frecuente y abrupta. Entre el primer episodio de violencia verbal hasta llegar a situaciones de violencia física y sexual, solían transcurrir varios años. Ahora, en cambio, en los noviazgos adolescentes con situaciones violentas hay un ritmo acelerado de la escalada de la violencia”. De acuerdo a uno de los últimos informes de este programa, la franja etaria más afectada por este drama es la que se extiende entre los 15 y los 39 años, siendo el agresor casi siempre un hombre que tiene o tuvo un vínculo sentimental con la víctima.
“Puede ocurrir que ellas no los llamen novios, pero son la persona con la que comparten una relación y por eso se habla de noviazgos violentos”, explica la titular del programa, al tiempo que apunta un detalle característico de este último tiempo: “notamos que los hechos que protagonizan los jóvenes al relacionarse y vincularse con el otro son cada vez más violentos. No son sólo golpes. Las chicas llegan quemadas, acuchilladas, abusadas”. Los asesinatos son la consecuencia extrema del drama. A veces no se llega a la muerte, pero la violencia que palpita en silencio bajo cuatro paredes genera un terreno fértil para que el femicidio se convierta en un desencadenante casi natural y previsible.
“Antes del golpe hubo una descalificación, una humillación -asegura la responsable del programa provincial-. Por eso es necesario del compromiso de todos para advertir estas situaciones y evitar así que cualquier tipo de violencia se vaya naturalizando”.
Para las autoridades de la Comisión de la Mujer de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, en tanto, “el llamarlos crímenes pasionales es una aberración: son lisa y llanamente asesinatos de género”. En esta sintonía entra la opinión que se ofrece desde Amnistía Internacional de Argentina, donde sus directores ejecutivos cuestionan la falacia de que “cuando uno se apasiona, pierde la cabeza. Es violencia de género, porque se basa en la discriminación contra la mujer, y en la impunidad de esa discriminación”.
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