Enfoque realista para preservar al oso polar

Especial para EL DIA de National Geographic

En la costa norte de Alaska los enormes osos polares siguen siendo parte de la vida cotidiana. Los cazadores nativos siguen con sus tradición milenaria de cazar osos polares para aprovechar la carne y la piel. Y es común que un oso entre a un pueblo, cada vez más común dado que el cambio climático disminuye el hielo del mar en verano.

Se prevé que el Artico podría quedarse sin hielo en verano tan solo de aquí a 30 años, y cuando el hielo se vuelva a formar en invierno, será más fino, y habrá mucho menos.

El mayor peligro que enfrentan los osos polares es el cambio climático. Pero el organismo estadounidense encargado de protegerlos, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, no tiene un poder directo para tratar el cambio climático.

Los cuerpos legislativos con ese poder parecen paralizados por intereses contrapuestos, disputas políticas y negación. La reacción natural es encarar el desafío más inmediato que enfrenta el oso polar: las matanzas, tanto por razones de seguridad pública como por cuestiones de subsistencia.

Si los osos polares corren peligro de extinción por pérdida de habitat durante este siglo, ¿no sería sensato detener la matanza de osos ahora mismo?. Curiosamente, la respuesta parece ser negativa, al menos en el caso del oeste de Alaska. Así que si bien el Servicio de Vida Silvestre está tratando el tema de las matanzas de osos polares, el enfoque puede resultar sorprendente.

El biólogo Eric Regehr, del Servicio de Vida Silvestre lo llama “conservación en el mundo real”, y su éxito depende de que el gobierno y los pueblos nativos trabajen como socios. La conservación en el mundo real está firmemente arraigada en la ciencia, pero con una visión clara de las condiciones imperantes en el país de los osos polares.

El desafío es el siguiente: en algunas partes del Artico, como Hudson Bay, al oeste, y Beaufort Sea, al sur, los osos ya empiezan a mostrar los efectos del cambio climático. Son más flacos y tienen menos crías.

Sin embargo esa disminución no se hace evidente en todos los habitats del oso polar. En el mar de Chukchi al oeste de Alaska, los biólogos descubrieron que los osos polares tienen muchas crías. “Es un habitat tan rico que a pesar de que la pérdida de hielo marino es tan importante, los animales siguen prosperando”.

La última primavera, Regehr sedó, examinó y pesó 68 osos polares antes de devolverlos a su habitat. Estos se sumaron al creciente número de osos estudiados en el mar Chukchi desde 2008 como parte de un programa de investigación destinado a comprender la ecología, la distribución y la demografía de esta población. Los datos de Regehr indican que los osos polares de Chukchi parecen estar tan sanos como lo estaban hace 20 años.

“La ley estadounidense de Protección de Mamíferos Marinos reconoce la importancia de limitar la caza para subsistencia sólo en las circunstancias más apremiantes”, explica Regehr. Si bien hay gente que propone prohibir totalmente la caza, suspender una práctica de subsistencia tan importante desde el punto de vista cultural cuando los osos todavía abundan- y son cada vez más visibles en áreas pobladas- puede ser contraproducente, en opinión de Regehr. Además, sería casi imposible controlar los límites a la caza en una inmensidad helada en la que no existen caminos.

Lo que sí sería importante tanto para los osos polares como para las personas, sería usar los próximos años para fijar las bases para encarar los desafíos que se avecinan. Por el momento, entonces, no hay una cuota legal para la caza de subsistencia de osos polares.

La clave está en que los cazadores, las comunidades y los organismos regionales acepten una cuota de caza y ayuden a hacerla cumplir.

Los datos muestran que actualmente, en la población de osos de Chukchi se pueden cazar 58 osos polares por año de manera sustentable.

El servicio de vida silvestre y su par de Alaska, la comisión Nanuug, trabajan para disminuir gradualmente la cuota hasta suspenderla de aquí a dos años a la par que se concientiza a la comunidad.

Pero hay otro giro en esta historia complicada: los osos polares están entre los animales cuadrúpedos más movedizos de la Tierra, y los osos del mar de Chukchi vagan libremente entre Alaska y Chukotka, Rusia.

Por lo tanto para ser efectiva, la cuota de caza de osos del Chukchi debe ser compartida entre Estados Unidos y Rusia.

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