Gremios en alerta por los salarios

El avance del dólar y la devaluación del peso puso en alerta a los gremios opositores sobre la discusión salarial para este año.

En ese sentido, el moyanista Juan Carlos Schimd, titular del sindicato de Dragado y Balizamiento, advirtió que “muchos gremios” están analizando pedir adelantar la negociación salarial ante la “pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores”.

“Estas medidas tienen un impacto negativo y estamos revisando cuán importante será el impacto”, dijo al portal de un matutino porteño el sindicalista que integra la CGT Azopardo que lidera el líder camionero.

“Ahora no sabemos dónde estamos parados. Si a la devaluación le agregás la inflación, es muy difícil determinar qué hay en el horizonte. ¿Cómo te sentás a negociar en estas circunstancias?”, explicó Schimd.

De todos modos, los gremios no quieren arriesgar un tope para el aumento salarial de este año aunque ya hablaban de un 30 por ciento.

ADVERTENCIA DESDE EL KIRCHNERISMO

Desde el oficialismo, en cambio, el diputado del Frente para la Victoria (FpV) Héctor Recalde alertó que hay que “tener cuidado con las expectativas que se generan” en torno a las paritarias “porque influyen en la economía y hay que entender que si al Gobierno le va mal, le va mal a todos”.

De esta manera, Recalde respondió al pedido de negociaciones salariales libres que el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, y su socio Luis Barrionuevo realizaron días atrás en el plenario en Mar del Plata.

El legislador aseguró que “para el promedio de los trabajadores, las paritarias ya se discuten con absoluta libertad, no hay pisos ni techos, pero sí hay una banda que tiene que ver con problemáticas comunes”.

“Además a los trabajadores que tienen un ingreso superior al promedio hubo modificaciones del mal llamado impuesto a las Ganancias, que en realidad debería ser denominado como el impuesto a los ingresos. No creo que sea un impuesto al salario”, argumentó.

Recalde recordó que “jamás en mi vida di un porcentaje” sobre las negociaciones paritarias entre el sindicalismo y las cámaras patronales, pero aclaró que “el límite es la realidad, no hay voluntarismo, las partes firman por lo que pueden conseguir y dar y esto tiene que ver con la puja distributiva”.

El diputado se mostró a favor de que los gremios se sumen al control de precios acordado por el Gobierno, ya que sostuvo que “es mucho más fácil hacer participar a los trabajadores en el control de precios que discutir los salarios con la patronal”.