Kunkel y Aníbal Fernández defendieron los movimientos en la SIDE

Ambos dirigentes respondieron a la oposición, al considerar que "los servicios" de inteligencia "no son una expresión autónoma de un Gobierno"

El oficialismo negó hoy que los cambios en la Secretaría de Inteligencia busquen controlar a la Justicia ante investigaciones por supuesta corrupción que enfrentan varios funcionarios kirchneristas, mientras desde la oposición advirtieron que "es muy probable que La Cámpora ocupe puestos clave" en el organismo.

Tras la llegada del ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli a la ex SIDE, el diputado nacional del Frente para la Victoria Carlos Kunkel consideró que no cree que "los cambios en el organismo respondan a una pelea del Gobierno con la Justicia federal".

En este sentido, justificó que "la cabeza del sector desplazado de la (ex) SIDE dentro del sector judicial es Luis Maria Cabral, quien sigue siendo el presidente de la Asociación de Magistrados".

En tanto, desde la oposición, el diputado nacional por la UCR Julio César Martínez afirmó que "es muy probable que La Cámpora ocupe puestos clave" en la Secretaría de Inteligencia y aseguró que la presidenta Cristina Fernández "necesita de la Inteligencia".

En medio de los cambios en Inteligencia, Martínez afirmó hoy que la mandataria busca controlar el organismo para "espiarnos a todos, pero más que nada a sus aliados: para saber en qué andan, con quién se juntan, con quién hablan y si son tan leales o no".

Manifestó que la jefa de Estado "también necesita avanzar contra los jueces: investigarlos, estudiarlos, tenerlos a tiro de algún carpetazo para contrarrestar" la investigaciones contra funcionarios del Gobierno por presuntos casos de corrupción.

Quien también criticó el control del Gobierno sobre la ex SIDE fue el ex ministro de Defensa del radicalismo Horacio Jaunarena, quien cuestionó que si ponen a dirigir el organismo a "un hombre que no tiene antecedentes y experiencia en la materia es evidente que quien va a manejarlo será el que tenga más años de experiencia y tecnología".

En ese sentido, apuntó que "se habla de la Secretaría de Inteligencia y del área de Inteligencia del Ejército, pero ahora es en realidad una sola dependencia" y sostuvo que "no hay ninguna razón externa que justifique un incremento del presupuesto del área de inteligencia" porque han disminuido los frentes de conflictos externos.

En tanto, expresó que "en la Argentina se ha deformado tanto la cuestión de la Inteligencia del Estado que ya casi nadie cuestiona que nos espíen. Sólo parece preocupar a quién se espía y para qué".

"Es un valor aceptado y nadie desmiente que la fuerza está realizando tareas de inteligencia interna", alertó.

Ante el fortalecimiento del jefe del Ejército, general César Milani dijo que "en los últimos años ha dotado de modernos equipos e instalaciones más modernos a la Dirección General de Inteligencia del Ejército para perfeccionar las redes de espionaje".

En este sentido, Aníbal Fernández, nuevo secretario general de la Presidencia, remarcó que "los servicios" de inteligencia "no son una expresión autónoma de un Gobierno".

Fernández recordó que el jefe del Ejército, general César Milani, "no puede" ser director de la Secretaría de Inteligencia "por la Ley de Seguridad Interior y por otra ley, la 25.520, de Inteligencia".

También destacó que "tenía buena relación" con el desplazado secretario de Inteligencia Héctor Icazuriaga y con su segundo, Francisco Larcher.

"Siempre nos pusimos de acuerdo en cómo resolverlo y había varios comunicantes", añadió el funcionario que hasta hace una semana fue senador y anteriormente se desempeñó como ministro del Interior y jefe de Gabinete del kirchnerismo

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