El Tata, frente al desafío de imponer su estilo y ganar algo

E l segundo puesto del seleccionado argentino en el Mundial de Brasil de la mano de Alejandro Sabella le dejó a Gerardo Martino, su reemplazante, una línea a seguir y una vara de exigencia muy alta que pide en un futuro inmediato ganar la Copa América de Chile para revalidar pergaminos.

Es que todas las buenas sensaciones que dejó el equipo hace poco más de cinco meses obligan a Martino a continuar con una línea de conducción que se mostró exitosa con esta generación de jugadores liderada por Lionel Messi, pero a la que intentará imponer su sello, sobre todo desde el juego.

Apenas asumió, el ex técnico de Newell’s y Barcelona, aseguró que tomaría todo lo bueno del trabajo de Sabella, a quien elogió con insistencia, y, con tiempo y trabajo, buscaría darle al equipo su impronta futbolística.

La primera convocatoria de Tata, en septiembre, para el amistoso con Alemania, ratificó esa idea porque fueron citados todos los futbolistas que estuvieron en Brasil, aunque luego se sumaron Erik Lamela y Nicolás Gaitán por las lesiones de Lionel Messi, Rodrigo Palacio, Maximiliano Rodríguez y Ezequiel Garay.

Martino tiene claro que el equipo que jugó la final mundialista en el Maracaná es la base actual del seleccionado, con la posibilidad de que Sergio Agüero juegue en lugar de Gonzalo Higuaín, y desde allí construirá un plantel que tendrá como primer gran objetivo ganar la Copa América de Chile.

Los más de once años sin títulos, sumado a la dolorosa eliminación que sufrió esta camada de jugadores en la Copa América que se realizó en el país en 2011 y el segundo puesto en Brasil obligan al seleccionado a ser campeón en Chile para revalidar pergaminos.

Pese al poco tiempo que tuvo al frente del plantel, Martino mostró sus cartas, principalmente con la convocatoria de jugadores que no habían tenido chances con Sabella pero son de su confianza, como Nahuel Guzmán o Santiago Vergini, y con la citación, después de más de tres años, de Carlos Tevez.

El gran presente del ex Boca en Juventus y el comienzo de una nueva etapa fue la excusa perfecta para incorporarlo al seleccionado, aunque Martino sólo lo considera centrodelantero y parte detrás Agüero e Higuaín.

El rosarino también mostró algo de lo que pretende del equipo: presión alta para intentar recuperar rápido la pelota y dominar desde la posesión.

Esos fueron los primeros aspectos distintivos de la propuesta de Martino, ya que con Sabella al equipo le sentaba más cómodo recuperar y salir rápido de contra para explotar los ataques verticales de Messi, Di María e Higuaín o Agüero.