Arriesgó su vida para evitar que lo asaltaran

Para defender a la esposa y a su hija, un hombre enfrentó a dos ladrones, que sacaron una navaja. Fue en 509 y 30

EL DUEÑO DE LA VIVIENDA FUE INTERCEPTADO POR DOS DELINCUENTES ARMADOS CON UNA NAVAJA. PERO LES HIZO FRENTE, PORQUE DENTRO DEL INMUEBLE ESTABAN SU ESPOSA Y LA HIJA DE 6 AÑOS

Como todos los días, cerca de las siete de la mañana, el dueño de una casa de 509 y 30 sacaba su camioneta del garaje de la casa. Pero esta vez, cuando el hombre miró por el espejo retrovisor, se dio cuenta de que no estaba solo: dos ladrones lo esperaban para asaltarlo.

Los delincuentes tenían una navaja en mano e, incluso uno de ellos amagó con sacar una pistola del pantalón, algo que nunca sucedió.

La intención de los asaltantes era por demás evidente: “Querían entrar a la casa, pero mi marido no los dejó, porque estábamos nuestra hija de seis años y yo”, aseguró Luz Bazterrica, una médica de 39 años.

Para frustrar que ingresaran a su vivienda, el hombre forcejó con los delincuentes y consiguió quitárselos de encima por algunos segundos.

“El portón había quedado abierto hasta la mitad. Mi marido alcanzó a escaparse, entró por el espacio que quedaba y cerró todo”, le contó Luz a EL DIA.

Decididos a irse sin las manos vacías, los ladrones aprovecharon que la camioneta EcoSport de la familia había quedado abierta. Los dos se subieron al rodado y lograron escapar con bastante dificultad.

Para Bazterrica, que es docente de la UNLP, el robo de la camioneta implicó para ella una complicación en su trabajo.

“Me llevaron las historias clínicas de los pacientes, material para dar clases, un maletín, un tensiómetro y otros instrumentos de trabajo”, detalló apenada.

La EcoSport apareció finalmente abandonada en 141 y 517.

Los ladrones, “que seguramente ni sabían manejar”, perdieron el control del auto y fueron a parar a una zanja, en la que quedaron encallados.

Para cuando la Policía halló el vehículo, todos los objetos de Bazterrica habían desaparecido junto a los ladrones.

“No sé qué valor tendrá para ellos lo que me robaron, pero para mí es importante”, resaltó la mujer.

Antes de aclarar que el barrio no resultó ser lo tranquilo que esperaban cuando llegaron, Luz agregó: “Por lo menos no entraron a casa. Uno nunca sabe lo que puede pasar en una situación así”.

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