El Bosque, la casa de todos

Los Mellizos y compañía fueron bien recibidos. Una multitud colmó el Estadio, donde se vivió una fiesta

SENSACIONES
Por WALTER EPISCOPO

Nadie se podrá reclamar nada. Ni los de afuera a los de adentro, ni al revés. El Bosque fue una fiesta, así se vivió ayer, y los motivos sobraban. El hincha se siente identificado, por eso en las boleterías se colgó el cartelito de “no hay más entradas”, cosa que no pasa seguido.

“Hola Basurero, acá está de nuevo, te saluda la banda de Fierro...” se abría la tarde. Conmovedor el recibimiento para propios y... ¿extraños? No. Guillermo y Gustavo , Leo Noce , el Pata Pereyra y el profe Valdecantos no pasaron desapercibidos. “¿Qué querés que te diga? ¿Sabés cómo me siento? Me quiero morir” , decía Noce antes del encuentro.

Y lo que pasó ayer en el Bosque debe servir como ejemplo, en todo sentido. Más allá de las estúpidas suspicacias periodísticas. Hijos nacidos en el Club volvieron y fueron recibidos bien, y por su formación actuaron en consecuencia. Sin cosas raras, como hombres de bien.

Fueron ovacionados, y hasta la gente le cantó el cumpleaños feliz a los Mellizos. Obviamente alentó al equipo hasta el final y el “Dale Lobo, dale Lobo” , se escuchó de principio a fin. A veces arrancaba cantando la cabecera del Bosque, en otras la de Avenida 60.

El Estadio reventó de gente, que cantó, aplaudió y se fue sabiendo que más allá de lo que pasará con River, el Lobo seguiría primero.

Reconoció a sus jugadores “que salen a ganar, quieren salir campeón, que lo llevan adentro, como lo llevo yo” , como dice uno de los cantitos. Por eso se fue cantando como si el Lobo hubiese ganado y aplaudió al equipo, por que un resultado no cambió las cosas, nunca fue así, ni lo será...

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