Gimnasia hizo los deberes y se trajo un valioso empate
| 27 de Agosto de 2014 | 00:00
CORDOBA
Enviados Especiales
COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO
Los dirigidos técnicamente por Pedro Troglio debían sortear una prueba de personalidad. Tenían por delante la obligación de demostrar que estaban recuperados del mazazo sufrido días atrás en el Bosque ante Central. Y así lo hicieron con hidalguía y firmeza.
Gimnasia se plantó de igual a igual en el Mario Alberto Kempes. Lejos de toda especulación, salió a cambiar golpe por golpe con el Pirata. La presencia de Licht en la mitad de la cancha, en una productiva sociedad con el chico Mendoza, dio como resultante lo mejor del fútbol mens sana.
Por ese andarivel, el equipo logró ser profundo y generó la doble chance de Rojas y Nacho Fernández, más otra del propio Mendoza. El juego en la mitad de la cancha fue equilibrado y el Celeste sólo inquietó de contragolpe, toda una muestra del trámite: dominio mens sana y contraataque del dueño de casa.
Pero antes y después de la del “Picante”, las más claras fueron para el Lobo, que lo tuvo en la cabeza de Barsottini, la zurda de Fernández y la cabeza de Cardozo. Hasta el pibe Bonifacio, que entró con ganas, obligó a un esfuerzo supremo de Olave para evitar el grito de gol albiazul.
En el tenor del análisis hay varios aspectos a tener en cuenta. Si bien es cierto que la presión por ganar sigue persiguiendo al Lobo, porque de momento no triunfó en cuatro presentaciones, no se puede perder de vista que el punto sumado ayer por el equipo es más que valioso. Por la condición, la dureza del rival y, sobre todo, la forma en que lo logró. Porque salió a plantar cara de igual a igual y cerca estuvo de ganarlo.
Gimnasia jugó con personalidad, superó en todos los aspectos al local y sólo le faltó precisión en la última puntada para traerse una victoria que hubiera sido más que merecida.
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