Cambaceres pegó a tiempo y pudo recuperar la sonrisa
| 30 de Septiembre de 2014 | 00:00
Después de lo que sucedió luego de la derrota ante Sacachispas, era necesaria una victoria. Para calmar las aguas, y sobre todo, para que el equipo vuelve a reencontrar la confianza que había perdido en las últimas fechas.
Con ansiedad, pero siempre dispuesto a entregar lo mejor, Cambaceres salió a jugarse sus cartas. No estuvo fino en las entregas, pero fue el que siempre buscó y el que propuso algo distinto que Central Córdoba.
En los primeros minutos, se lo vio impreciso con la pelota, aunque se las ingenió para ganar espacios y generar peligro.
El Charrúa, un equipo de cuidado, más allá de su ubicación en la tabla de posiciones, lo complicó en algunas ocasiones, y si no fuera por el gran trabajo de Víctor Volpe, la historia hubiese sido otra.
En el complemento, el Rojo salió con otra determinación. Decidido a llevarse la victoria. Presionó la salida rival, adelantó unos metros a los volantes, y empezó a encontrar espacios para lastimar.
El Charrúa, que no atacó demasiado, apostó a la contra. Y en dos ocasiones volvió a convertir en figura a Víctor Volpe. Sin embargo, el desahogo llegó a los 24, a través de una definición de Cristian Bustos. Camba volvió a sonreír. Y el alivio llegó después de cinco fechas.
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