La mujer que ofrece alojar a Barreda imagina una “convivencia tranquila”

Describe al odontólogo como “instruido, gracioso, educado y comunicativo”

Para Sonia García (49) no es el “odontólogo que mató a escopetazos a su familia”; ni el “cuádruple homicida”; ni siquiera Barreda. Para Sonia García es “don Ricardo”, al que vio por primera vez en 2009 (cuando él estaba preso en Gorina) y trató en persona dos veces más en las últimas dos semanas, al que considera “instruido, gracioso, educado y comunicativo”. Eso se desprende del informe socio ambiental que una asistente social realizó el 23 de enero en la casa de García -en 173 entre 41 y 42, de Olmos-, a donde podría ir a vivir Barreda si la justicia acompaña el ofrecimiento que hizo esta misionera de la iglesia mormona para alojarlo.

Será el juez de Ejecución platense Raúl Dalto quien analizará la cuestión a partir del lunes. “La presentación puede ser viable -dijo Dalto- pero primero se debe analizar tanto la propiedad como a la mujer que estaría en condiciones de aceptar a Barreda en su casa”.

La vivienda es de una planta, “con un notable deterioro estructural en paredes y techo”

El informe de la perito detalla que la casa tiene un “living comedor, cocina, baño, tres habitaciones, galpón y patio”, además de un cuarto individual para Barreda. García -nacida en la localidad entrerriana de Nogoyá- vive ahí desde hace 35 años. Cuidó de sus padres -asegura que esa era “su misión”- hasta que murieron (la madre en 2001 y el padre en 2012) y tiene tres hermanos, uno de los cuales está detenido desde hace 7 años en la Unidad Penitenciaria 1 de Olmos.

Ese es el tiempo que lleva Sonia visitando penales. Recorrió 11; 7 de ellos en La Plata. En la cárcel nº 29 conoció a un hombre que terminó siendo su pareja durante un año, hasta que salió y se fue a Paraguay.

Educada en la fe católica, desde diciembre del año pasado mantiene una participación activa en la iglesia Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, donde “encontró contención afectiva y espiritual”, según consta en el informe.

Actualmente Sonia no tiene trabajo y la ayudan sus dos hermanos, además de la asistencia que recibe de la Iglesia donde colabora a diario. Por lo que comentaron fuentes oficiales Barreda está muy entusiasmado con la idea y habría prometido “aportar económicamente al hogar con la jubilación que percibe”. El monto no es mucho, pero Sonia está convencida de que “Dios proveerá”, como lo está de que la convivencia será tranquila.

La mujer conoce “por los medios” la historia del odontólogo, pero no carga las tintas en él, ni siente miedo de que pueda repetirla: “En un momento de debilidad alguien puede hacer algo así. Y es porque Satanás se mete en el cuerpo de alguien que no está preparado espiritualmente”, argumenta.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE