Denuncian que un joven vende en la calle lo que roba a sus vecinos

También lo acusan de hacer disparos al aire por las noches y mantener amenazado a todo un barrio

La cuadra, de noche, se pone complicada. Se escuchan gritos, corridas, algún que otro tiro. La mayoría de los vecinos que viven en 65 entre 120 y 121, optan por encerrarse dentro de sus casas. Algunos salen a confrontar su propio miedo, pero hay armas de por medio y alguien que se muestra dispuesto a gatillarlas.

“Hace dos años que estamos entregados a esto”, dice Erica, en referencia a las constantes agresiones que asegura recibir de parte de un joven del barrio. “Lo vengo denunciando, pero no pasa nada, nadie hace nada con esto”, acota luego, visiblemente angustiada y mostrando un montoncito de denuncias policiales y judiciales.

La situación, de acuerdo a lo narrado por Erica, es grave. Según contó, en la manzana donde ella vive también reside un joven de 19 años que, aparentemente, es conocido en el barrio por sus antecedentes penales. Y sería un “rastrero”, como se denomina en la jerga a quienes roban a sus propios vecinos.

La cuadra, ubicada en el corazón de El Mondongo, parece tranquila, al menos de día. Cuando los cronistas de este diario llegan a la esquina de 65 distinguen a un grupo de jóvenes vestidos, en su mayoría, con camisetas de fútbol. Ninguno debe superar los 30 años. Están apoyados en una camioneta utilitaria, cargada de objetos.

Sobre la calle exhiben una caja de herramientas a la venta de peatones y automovilistas.

“Están todo el día vendiendo las cosas que roban en el barrio, acá en la puerta”, se indignó Erica, hablando del joven que mantiene sin dormir a varios vecinos y a los amigos que lo acompañana. “Igual, de día no pasa nada. El tema es cuando se hace de noche”, agregó.

CUANDO SE ESCONDE EL SOL

Al parecer, cuando las luces bajan la cosa se pone tétrica. Erica aclara que a partir de las 22 “ya no se puede salir” porque este joven “se para en la puerta, armado”. Y asegura que ella, desde el interior de su vivienda ubicada bien en el centro de la manzana, escucha “sus gritos”. En algunos casos, llega a patear la puerta y entrar por el pasillo que lleva hasta la puerta de Erica.

“Es terrible, porque tira tiros al aire y amenaza. No le importa nada”, agrega.

¿Por qué tanto ensañamiento con ella? Erica no tiene respuesta a esa pregunta. Sí sabe que esta situación se remonta a unos dos años, lapso en el que hubo muchas denuncias. “Yo sospecho que este muchacho está metido con alguien de la policía, porque sino no se puede explicar”, concluye la mujer.

Los vecinos de la cuadra también tienen miedo. Según contó Erika, ya se cuentan “varios robos perpetrados por este joven” en distintos domicilios y en la calle.

En un caso, agregó, “le incendió la casa a una vecina y nunca se supo por qué”.

Para cerrar su relato la mujer admite que “no tengo miedo por mí, pero el tema son mis hijos, porque este tipo está loco y ya le ha gatillado a los chicos. Necesito que hagan algo, no podemos vivir en estas condiciones”.

barrio
cuadra
El Mondongo
Erica
Erika
Están
Hace
igual
miedo

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE