Es imperativo que las señales de tránsito no desorienten a los conductores

En numerosas oportunidades se aludió en esta columna a la necesidad de que las señales de tránsito sean inequívocas y sirvan para ordenar el desplazamiento del tránsito automotor, sin que se permita la presencia de excepciones a esta regla. Pero, lamentablemente, la experiencia cotidiana enseña que muchas veces se registran situaciones anómalas, que pueden traducirse primero en desconcierto y, luego, en eventuales trastornos y riesgos para los automovilistas.

Este es el caso de los carteles colocados a la vera de la Autopista La Plata-Buenos Aires, en donde un cartel ubicado a la altura del peaje de Hudson indica como velocidad máxima la de 110 km/h, cuando la velocidad máxima permitida en la autovía es la de 130 km/h. Ocurre que junto a ese cartel funciona un radar que labra multas por exceso de velocidad cuando un vehículo excede los 110 kilómetros por hora y así lo denunciaron varios automovilistas, a quienes les está llegando el acta de infracción por ese motivo.

De acuerdo a la información suministrada por Seguridad Vial de la Provincia, los radares en la Autopista Buenos Aires-La Plata se encuentran entre los kilómetros 16 al 20 (Berazategui) y en los kilómetros 30 al 35 (Hudson), en ambos sentidos. La máxima permitida es de 130 km/h; de allí que llame la atención de los conductores la existencia de un cartel que marca otra velocidad.

Más allá de la explicación oficial brindada por la jefatura de Gabinete -en el sentido de que, si bien la máxima es la de 130 km/h, ello no impide que haya tramos con máximas de 80 ó 110 km/h, fundamentalmente antes y después de los peajes, y cerca de las bajadas- lo que no puede admitirse en esa o en cualquier otra ruta o calle es que sean muchos los conductores confundidos acerca de los parámetros con los que deben guiarse para regular su manejo.

Hace poco más de un mes fueron instalados en La Plata sistemas de fotomultas, con cámaras instaladas en algunas esquinas y poco después la Comuna dejó sin efecto las notificaciones recibidas por algunos vecinos que, supuestamente, habían cruzado semáforos con luz roja, a la vez que decidió retirar las cámaras que habían sido colocadas, a partir de un convenio con la Provincia, en cuatro puntos de la Ciudad. El motivo residió en que ese sistema había sido instalado por organismos provinciales, sin el previo aviso ni habilitación municipal.

A estas situaciones pueden añadirse las dificultades que le causa al tránsito de nuestra ciudad la existencia de semáforos apagados, que funcionan en intermitencias o fuera de todo ritmo, con desajustes en el llamado decrementador numérico o, también, sin la coordinación necesaria para asegurar la “onda verde”, en situaciones que se atribuyeron a los frecuentes cortes de energía eléctrica.

Para ejemplificar aún mejor las inconveniencias que pueden surgir de señalizaciones confusas, puede recordarse el caso de los radares colocados a fines de la década del 90 sobre la ruta 2, con carteles anunciadores que resultaban ser verdaderas trampas “caza bobos”, ya que uno fijaba un máximo de velocidad permitido en 110 km/h y a pocos metros se encontraba colocado otro que fijaba un máximo de 40 km/h.

Si bien es cierto que corresponde fiscalizar el comportamiento de los conductores, básicamente para que ajusten su conducta a las leyes de tránsito vigentes, es también responsabilidad del Estado presentar un sistema de señales y de semáforos que no ofrezcan ningún tipo de dudas, que sirvan para orientar y no desorientar a los conductores. Lo cierto es que, en la actualidad, lamentablemente, esta premisa básica no se está cumpliendo con racionalidad y, por consiguiente, las autoridades deben corregir tal deficiencia.

Autopista Buenos AiresLa Plata
Autopista La PlataBuenos Aires
Berazategui
Ciudad
Comuna
Gabinete
Hudson
La Plata
Provincia
Seguridad Vial

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE