Murió Alejandro Bengolea, nieto y heredero de Amalita de Fortabat

Uno de los herederos de Amalita Fortabat, su nieto Alejandro Bengolea, murió ayer en su casa del Barrio Norte porteño. El empresario padecía cáncer de garganta y no pudo superar la enfermedad después de una gran lucha, inclusive con tratamientos en Estados Unidos. Tenía 50 años

Alejandro era hijo de Inés Lafuente, y junto a Bárbara Bengolea y Amalita Amoedo, era uno de los tres nietos de la ex poderosa empesaria “del cemento” -fallecida en febrero de 2012-, herederos los tres de sus empresas y riqueza.

Bengolea estaba separado de Zelmira Peralta Ramos y tenía dos hijos. Actualmente estaba en pareja con Valeria Bonnano.

DE LA PSICOLOGIA A LOS NEGOCIOS

Alejandro, el hijo varón que no pudo tener Amalita de Fortabat, se recibió muy joven de psicólogo pero una profesión que apenas ejerció. Luego, se volcó a los números y para seguir los genes familiares, decidió estudiar Administración de Empresas y tuvo como profesores particulares destacados economistas como Ricardo López Murphy y José María Dagnino Pastore.

En 1998 comenzó a trabajar en Loma Negra, donde llegó a dirigir el grupo empresario que fundó su abuelo Alfredo Fortabat. Pero fue por un corto periodo porque Alejandro, en medio de la crisis del país, renunció en 2002. Luego, Amalita decidió vender la empresa de cemento y los brasileños de Camargo Correa pasaron a ser sus dueños.

Alejandro, a quien le gustaba la vida sencilla y se definía como “familiero”, pasó entonces a otros negocios como el hotelero, gastronómico y hasta a realizar plantaciones de olivos en Uruguay.

Con su reconocida abuela compartió su pasión por el arte contemporáneo. También su fanatismo por Racing. También amaba lo rural: “Podía hablar del campo durante horas”, recordó López Murphy para la biografía de Amalita.