Un desembarco con fuertes señales políticas

María Eugenia Vidal vendrá mañana a La Plata. El desembarco podría ser uno más en el marco de las recorridas que la candidata a gobernadora del macrismo viene desarrollando en la Provincia en busca de instalar sus pretensiones por suceder a Daniel Scioli. Sin embargo, no será una visita que pasará desapercibida.

Por el contrario, las recorridas y actividades que desarrollará en la Ciudad la postulante bonaerense -podría terminar siendo la representante única del acuerdo electoral entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica-, estará cargada de gestos y señales políticas.

Si finalmente se cumple el itinerario previsto, Vidal se mostrará junto a dos de los cuatro declarados pretendientes a la Intendencia.

Esa demostración de apoyo abrazará a dos ex diputados provinciales que pujan por llegar a la Municipalidad: el radical Sergio Panella y el macrista Julio Garro.

El gesto no parece inocuo en una puja local donde están anotados otros dos dirigentes: el ex edil de la UCR Claudio Pérez Irigoyen y el también macrista Mariano Penas.

En el gobierno porteño le dan fuerte trascendencia a la visita platense de Vidal. Saben de las lecturas políticas que generará y de lo que significa de cara, dicen, a ordenar la interna.

Con poco disimulo, la explican de este modo. “Pérez Irigoyen ya se lanzó. Y lo hizo con Sanz. Ese es el candidato del radicalismo”, señalan con cierta picardía. “María Eugenia irá a La Plata a apoyar a quienes son nuestros candidatos”, completan, en obvia referencia a Panella y Garro.

La jugada macrista parecería dejar en superficie una decisión que va tomando cuerpo: que estos dos últimos dirigentes sean depositarios exclusivos de la codiciada boleta presidencial de Mauricio Macri.

En el massismo, en tanto, se vivió con cierta dosis de euforia la visita que el viernes concretó Sergio Massa a La Plata. Dicen haber ratificado el “feeling” que existe entre el candidato y la gente cuando el ex intendente de Tigre se pone de cara a los vecinos.

Pero el massismo comenzará a afrontar ahora una etapa traumática: la definición de cuál de los seis candidatos en danza quedarán en carrera.

Por lo pronto, uno de ellos, Javier Pacharotti, puso primera y se sacó la foto junto a Jesús Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas de posición inestable en el Frente Renovador.

Los otros cinco verán como sintetizan posiciones.

Un conocedor de la interna platense aventuraba que las Paso se terminarán dirimiendo entre tres listas. “Van a haber algunos matrimonios”, bromeaba.

Incluso lanzó al aire una definición enigmática. “Hay dos que aparecen mejor posicionados que el resto, pero si los demás son inteligentes, pueden dar la sorpresa”, señalaba.

Mientras tanto, en el oficialismo parecía robustecerse en las últimas horas la idea de que finalmente no habrá colectoras, un tema clave para la interna del Frente para la Victoria.

El dato, si se confirma, es clave: aventura que habrá confrontación en las Paso entre los sectores ultra K, posiblemente, con el intendente Pablo Bruera si es que el alcalde, como se presume, va por la reelección.