La necesidad de intensificar las campañas para alejar a los jóvenes de la droga

Nuevos datos demostrativos de la creciente difusión que viene alcanzando en nuestra zona el consumo de drogas por parte de jóvenes de 15 a 25 años de edad, alertan sobre la necesidad de intensificar las campañas de prevención y de información, dados los gravísimos riesgos para la salud que ello supone.

El estudio elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, dependiente de la Universidad Católica Argentina, sobre una población de jóvenes de La Plata, Berisso y Ensenada, estableció que tres chicos de cada diez de los entrevistados informó haber consumido drogas. A su vez, los especialistas consultados por este diario advirtieron que en la Región operarían distintos “kioscos” o puntos de venta de estupefacientes. Y que eso también representa una dificultad para poder neutralizarlos.

Las fuentes mencionaron que, por lo general, la droga llegaría a la Región desde villas instaladas en la capital federal, como son la tristemente célebre 1-11-14; la Zabaleta o la 31 de Barracas, considerándose como mínima o artesanal la sustancia ilegal que, eventualmente, podría fabricarse en nuestra zona.

Respecto de las sustancias que más consumen los jóvenes en el Gran La Plata, el Observatorio, con apoyo de la Fundación Florencio Pérez, determinó que, sobre un total de 401 casos, siempre dentro del mismo segmento etario, el 23 por ciento dijo haber consumido marihuana; el 7 por ciento, cocaína; el 4 por ciento, tranquilizantes; el 3,7 por ciento, alucinógenos; el 2,7 por ciento, solventes e inhalables; el 2,2 por ciento, hashish y el 2,2 por ciento pasta base y/o paco.

Cabe consignar que son frecuentes las informaciones existentes acerca del fuerte crecimiento en la Región del número de pacientes que se internan con problemas de adicción. Según los especialistas, este incremento se convierte en alarmante, en la medida en que la situación también refleja la dimensión de un drama al que todavía no se le puede ver el techo. Pero lo que más alarma a los médicos a cargo de los distintos centros de rehabilitación son las edades, cada vez más bajas, de quienes se acercan a pedir ayuda.

Frente a estos datos, es fundamental plantear algunos interrogantes: ¿Se realizan en las escuelas y en otros centros de estudio campañas concientizadoras? ¿Es frecuente que los jóvenes reciban información de médicos y especialistas sobre las consecuencias del consumo de drogas, aun de aquellas consideradas sociales como cigarrillos y alcohol? Las respuestas probablemente no sean demasiado alentadoras.

Lo importante es que los jóvenes –y, antes que ellos, los preadolescentes- estén informados y bien orientados sobre los riesgos que implican para la salud y sobre los peligros derivados de cualquier exceso. Pero es definitivamente alarmante que las llamadas drogas ilícitas resulten tan accesibles. En ese sentido, debería promoverse un trabajo más eficaz desde esferas judiciales y policiales. Si los jóvenes saben dónde se consigue droga, la Policía no debería ignorarlo.

Desde luego que el problema es de una enorme complejidad social y exige un tratamiento multidisciplinario. Sin embargo, los especialistas coinciden en una fórmula: se debe trabajar más en los controles y se debe acentuar la prevención. Los jóvenes deben ser protegidos del flagelo de las drogas. Y es fundamental que esa tarea se haga con eficacia y oportunamente. Si se llega tarde, las secuelas muchas veces serán irreversibles.

Berisso
Deuda Social Argentina
Ensenada
Fundación Florencio Pérez
Gran La Plata
La Plata
Observatorio
Región
Universidad Católica Argentina
Zabaleta

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE