El Derecho y el sentido común

¿Puede el Derecho chocar de frente contra el sentido común? Esta es la pregunta que, en definitiva, instala en el debate público el fallo que por estos días provoca estupor en la sociedad.

El Derecho, como cualquier otra ciencia, está hecho de reglas y tecnicismos que muchas veces resultan farragosos y hasta inentendibles para quien no es especialista. Pero eso no implica que la aplicación de esas reglas pueda traducirse en decisiones repugnantes para el sentido común.

¿Pueden los jueces sumergirse en una burbuja de teorías y tecnicismos sin contemplar las consecuencias prácticas de sus decisiones y sin pensar siquiera en el mensaje que emiten a través de sus sentencias? Esta es otra de las preguntas que podrían formularse a raíz del fallo que benefició al violador de un niño de seis años y lo dejó en libertad.

Cuando los fallos no pueden ser explicados ni siquiera ante una convención de abogados, es muy posible que los jueces hayan fallado, pero no en el sentido en que deben hacerlo.