La abuela alemana dio a luz a sus cuatrillizos en medio de críticas

Aunque la mujer se encuentra bien, los niños nacieron con sólo 26 semanas de gestación y podrían sufrir complicaciones

El hecho de tener 65 años, trece hijos y estar soltera no desalentó a Annegret Raunigk para ser nuevamente mamá. La mujer, una profesora alemana que recurrió a un método de fertilización asistida para conseguirlo, acaba de convertirse en el centro de una encendida polémica al dar a luz a cuatrillizos en un hospital de Berlín.

Aunque la mujer -la mayor del mundo en tener cuatrillizos hasta la actualidad-, se encuentra bien tras el parto, sus hijos permanecen bajo cuidados neonatológicos por haber nacido con apenas 26 semanas de gestación; es decir, tres meses antes de lo habitual.

Los bebés -una nena y tres varones a los que bautizó Neeta, Dries, Bence y Fjonn- nacieron con un peso de entre 655 y 960 gramos y apenas 32 centímetros de largo debido a su prematurez, algo esperable dada la edad de la mamá. Y aunque se encuentran fuera de peligro, los médicos no descartan que puedan sufrir algún tipo de complicación.

Raunigk, que es maestra de inglés y ruso y tiene siete nietos, decidió someterse el año pasado a varios tratamientos de fertilización asistida luego de que la menor de sus hijas, de 9 años, le dijera que quería tener hermanitos. Así lo explicó ella misma en una entrevista que le dio durante su embarazo al diario Bild.

Para quedar embarazada, algo que a su edad sólo suele darse en un caso de cada 600 mil, la mujer viajó a Ucrania, donde se sometió a un tratamiento que implicaba la doble donación de óvulos y esperma.

Cuando meses atrás se supo que había quedado embarazada, su decisión se convirtió en blanco de duras críticas en Alemania no sólo por su edad sino por haber recurrido a tratamientos considerados ilegales en su país. “Pueden pensar lo que quieran, lo que yo pienso es lo correcto para mí. Cada uno tiene que vivir como quiere”, se defendió entonces la mujer. No obstante uno de sus hijos criticó su decisión de volver a quedar embarazada y contó que hermana de 10 años sufría bullying en la escuela por la edad de la mamá.

“MADRES ABUELAS”

Aunque por implicar un nacimiento cuádruple ha empujado el límite un poco más allá, la decisión de Annegret Raunigk se enmarca en un fenómeno cada vez menos inusual.

Producto de los avances en los tratamientos de fertilización asistida, el fenómeno de las “madres abuelas” ha generado en los últimos años casos de enorme polémica; entre ellos, el de Carmen Bousada, una española que en 2006, a sus 67 años, se convirtió en la madre primeriza con más edad en el mundo y murió meses más tarde dejando huérfanos a sus gemelos; o bien el de Gabriella y Luigi De Ambrosis, un matrimonio de jubilados a los que la Justicia italiana resolvió en 2011 sacarle la custodia de su beba por considerarlos demasiado mayores para cuidarla.

Justamente para evitar este tipo de situaciones es que “en la mayoría de los países se trata de evitar que las mujeres mayores de cincuenta años puedan realizarse tratamientos de fertilidad. Si bien se trata de una medida que tal vez parezca arbitraria, está basada en estudios de riesgos-beneficios”, explica la doctora Pía Zgrablich, especialista en fertilidad y directora médica de la Clínica Gestar.

Los bebes nacieron con un peso de entre 655 y 960 gramos y miden apenas 32,5 centímetros largo por su prematurez, algo esperable dada la edad de la mamá

“Y es que a mayor edad de la mujer, mayor es el riesgo de que sufra hipertensión durante su embarazo, lo que genera un retardo de crecimiento intrauterino, y mayores son las chances de diabetes gestacional, lo que genera tanto dificultades para ella como para su bebé”, detalla Zgrablich, quien aclara que esa restricción en la edad de las pacientes, pese a surgir de recomendaciones de la Sociedad médica y no de una ley, “se cumple bastante en nuestro país”.

En efecto, a falta de una ley que prohiba realizarle tratamientos de fertilidad a mujeres añosas en nuestro país, es la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva la que desaconseja en su Guía de Buenas Prácticas practicar tratamientos con ovodonación a mujeres que hayan superado los 50 años de edad.

Annegret Raunigk
Berlín
BUENAS PRACTICAS
Carmen Bousada
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