Urge la necesidad de reordenar de manera integral del tránsito de la Ciudad

El reciente accidente de tránsito ocurrido en la zona de Meridiano V°, que dejó el saldo de 12 personas heridas, luego de la colisión registrada entre un ómnibus y un auto, en una situación que derivó en que otros dos vehículos que se encontraban estacionados se vieran afectados por el choque, mientras que el colectivo terminó estrellándose contra un árbol, se inscribe en un contexto de desorden vial ciertamente alarmante, que obliga a las autoridades y a la propia sociedad a buscar fórmulas capaces de otorgarle mayores márgenes de seguridad a la vía pública.

Es precisamente esta última circunstancia la que torna el problema más preocupante, ya que día a día se suman factores que consolidan un panorama negativo, en especial el referido al constante crecimiento del parque automotor, en un diagrama vial que no ofrece alternativas superadoras de ese fenómeno.

Está claro que otro tema que debe abordarse tiene que ver con el mal estado que exhiben muchas calles y, antes que ello, con lo estrechas que, progresivamente, van resultando frente a flujos de tránsito que muchas veces las desbordan. Se ha insistido, en este sentido, en la necesidad de que se consulte con urbanistas que, por otra parte, hace años que aluden a la necesidad de que nuestra ciudad cuente con un sistema de anillos perimetrales y de más amplias avenidas de acceso que permitieran descomprimir las calles del casco histórico.

Existen también en la ciudad demasiados nudos de tránsito y embotellamientos conflictivos, en los que se suelen producir accidentes, riesgos e incomodidades. En el caso de los ómnibus locales, no puede dejar de señalarse que en muchas esquinas imponen casi naturalmente la ley del más fuerte, desapareciendo en la práctica la llamada prioridad de paso.

En oportunidades, pareciera que los conductores de vehículos de gran porte ignoraran lo que puede significar un choque entre esas unidades y automóviles pequeños, así como el inevitable daño que pueden causar si se produce una colisión. En el caso de los ómnibus se ha puesto de relieve que no cumplen con la circulación por un solo andarivel en las avenidas céntricas, sobrepasándose unos a otros y originando trastornos y riesgos para el tránsito general.

Se informó asimismo que, ante la realidad planteada, el municipio llevará a cabo una experiencia con carriles únicos para la circulación del transporte público, en las principales avenidas. Asimismo, se aseguró que se avanzaría con el proyecto de un Metrobús.

Sería demasiado extenso enumerar no sólo las medidas en danza, sino la gran cantidad de factores que -como el doble estacionamiento y la carga y descarga de mercaderías en horarios no permitidos, entre muchos otros- confluyen para generar mayores niveles de inseguridad en el tránsito platense.

Accidentes como el ocurrido ahora en Meridiano V° consolidan la impresión de que se va volviendo prioritario el análisis y la posterior ejecución de un plan integral de reordenamiento del tránsito en nuestra ciudad, que sirva no sólo para resolver los gravísimos problemas que hoy enfrentan la circulación y el estacionamiento de los vehículos, sino que también contenga previsiones capaces de anticiparse a las demandas futuras del crecimiento urbanístico y poblacional.