Buscan rastros para esclarecer el homicidio frente a una fábrica

Sin evidencias concretas para identificar al o los criminales que el viernes fusilaron al empleado de una fábrica de Abasto, aparentemente para robarle el auto, los investigadores se concentran en escuchar testimonios, analizar los rastros ya levantados y buscar la filmación de alguna cámara que los ayude en la pesquisa. Por ahora, no han tenido mucha suerte.

Como se informó en la edición de ayer, el hecho ocurrió alrededor de las 6 de la mañana del viernes en el kilómetro 47.800 de la Ruta 2, donde funciona la metalúrgica Full Metal, dedicada a producir municiones para caza.

Según fuentes oficiales, el primero en llegar al lugar todos los días, para abrir el portón y esperar al resto de los obreros, era un empleado identificado como Domingo Orlando Gómez (57). Su cuerpo fue encontrado, a las 6.30, por un un distribuidor de 37 años que debía retirar las municiones para entregar a varios locales.

Gómez estaba en el piso, sobre su sangre y con una herida visible en la cabeza, cerquita de donde quedaron tiradas las llaves del candado del portón. El auto en el que se trasladaba a diario desde su casa en Villa Elisa, hasta Abasto, no estaba.

Se trata de un Suzuki Fun de color blanco que la policía encontró abandonado alrededor de las 10.30 en Ruta 36 y 420, una calle de tierra que conecta aquella ruta con la 2. Un lugareño confirmó a los detectives que el coche “estaba tirado ahí desde las 7 de la mañana”.

Habían intentado prenderlo fuego, pero las llamas no se propagaron más allá de los asientos delanteros y los parasoles de la luneta delantera, porque dejaron los vidrios cerrados y la falta de oxígeno terminó por sofocarlas. Eso sí, el humo impidió levantar huellas en el habitáculo, donde quedó un revólver calibre 38 con las cinco municiones en el tambor. Sí obtuvieron huellas de la parte externa del Fun.

En el bolsillo de la víctima encontraron 307 pesos, un celular Samsung y el control remoto de activación del portón. Gómez recibió un disparo que le perforó la línea media de la nuca y salió por la parte frontal de la cabeza, atravesando el portón, en dirección ascendente.

Hasta anoche no estaba confirmado el calibre. Mientras tanto, los investigadores del gabinete de Homicidios de la DDI siguen analizando las cámaras ubicadas dentro de la fábrica y otras situadas en las inmediaciones, en busca de imágenes que sean útiles para la causa, bajo la instrucción de la fiscal Betina Lacki.