Abasto: un incendio en cadena dejó a 12 familias en la calle

Una presunta falla en la instalación eléctrica de una casilla situada en una zona de quinteros de Abasto derivó -ayer al mediodía- en un incendio que consumió por completo a una docena de viviendas y a un invernadero.

Afortunadamente nadie salió herido, pero varias familias se quedaron en la calle y esto sumó dramatismo a un operativo que no resultó sencillo.

Pese a que los damnificados -familias de quinteros de nacionalidad boliviana- lograron salir a tiempo de esa verdadera trampa de fuego y humo, se vivieron momentos de pánico debido a que varias garrafas que estaban dentro de las viviendas incendiadas explotaron por las altas temperaturas que se concentraron en el lugar.

preocupacion

Los primeros llamados que se recepcionaron en el 911 daban cuentan de la posibilidad de que hubiera gente atrapada dentro de algunas de las casillas que estaban ardiendo en 197 entre 523 y 524.

Por eso, una vez que llegaron varias dotaciones de bomberos de Abasto y Olmos comenzó una tensa búsqueda de dos niños.

Inclusive -se indicó- el rastrillaje continuó hasta cuando las casillas quedaron reducidas a escombros.

Por suerte resultó ser una falsa alarma, ya que los dos chiquitos habían podido escapar -ilesos- de la terrible situación.

Los rescatistas que trabajaron en la escena hasta las cinco de la tarde, para extinguir por completo las llamas, admitieron que “es increíble que nadie haya salido lastimado de semejante siniestro”.

No sólo lo dijeron por la rapidez y voracidad con las que las llamas se fueron propagando de una casilla a otra, sino también porque “explotaron y volaron muchas garrafas por el aire”.

Fuentes de bomberos apuntaron que hubo algunos factores que contribuyeron al dantesco incendio.

“Las viviendas estaban construidas con maderas, chapas y membranas”, explicaron.

Paralelamente, puntualizaron que “las llamas se propagaron a un depósito del predio, donde había muchos envases plásticos y otros elementos inflamables, como nailon”.

Superada la emergencia, después de varias horas de trabajo, los damnificados tuvieron que afrontar la difícil tarea de tratar de recuperar algo de todo lo que perdieron.

En la mayoría de los casos, no quedó nada.