El Lobo tuvo su aguante
| 18 de Noviembre de 2016 | 00:49

SALTA
ESPECIAL
Para el hincha no importan las distancias. Tampoco el día. Ni la hora. “Por ver al Lobo hago lo que sea” , decía un hincha afuera del Estadio horas antes del encuentro, que pidió un permiso especial en el trabajo para poder viajar y subirse a un auto con amigos y compartir largas horas.
Otros tuvieron la chance de trasladarse en avión ayer mismo desde Aeroparque. También estuvieron aquellos que unieron la distancia de La Plata a Salta en micros que sacaron barriadas y filiales. Por otra parte hubo algunos hinchas que llegaron desde otros puntos del país.
Como sea, pero todo sirvió para decir “presente” y poder estar en la tribuna y cantar sin parar: “Dale Lobo y dale Lobo...” . En la tarde de ayer, cuando la lluvia había parado, los primeros hinchas empezaron a juntarse en las cercanías de la cancha. Otros prefirieron en cambio ir al hotel Alejandro I para estar cerca de los jugadores.
Pero todos estuvieron en el Estadio “Padre Martearena” con sus camisetas, buzos, banderas y de repente todo se tiñó de azul y blanco en una de las cabeceras. Justo en el arco donde Nico Ibáñez desató la locura apenas arrancó el partido, y donde los de Alfaro se perdieron varios goles en esa primera etapa.
El Chino Silva y Dardo Miloc que quedaron afuera del banco sufrían como hinchas. También el Chaucha Bianco y Germán Noce , ex jugadores albiazules, que se encuentran dirigiendo al Gimnasia salteño y fueron con amigos a alentar por los de Alfaro .
Así es que tal cual se esperaba, el Lobo no estuvo solo en Salta, sino que tuvo el apoyo incondicional de los hinchas, que despidieron con un aplauso al equipo como premio al esfuerzo realizado.
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