Monte Fitz Roy: tierra de aventuras
| 17 de Diciembre de 2016 | 23:39

Su torre cubierta de hielos eternas, y de la que siempre se desprende agitado por el viento un penacho blanco, llevó Charles Darwin, quien lo divisó durante su viaje por la Patagonia, a suponer que era un volcán. La misma impresión le causó al perito Francisco Moreno, cuando remontó el bravío Río Santa Cruz y navegó la agitadas aguas del Lago Argentino. El Fitz Roy, junto con el cerro Torre y las agujas de los menos imponentes Poincenot, Saint-Exupéry y Mermoz, representan la escenografía de uno de los lugares más bellos de la Argentina.
Hay que llegar a El Chaltén para acercarse a ellos y caminarlos. El pueblo recibe más de 120.000 vistitantes al año que disfrutan de sus múltiples atractivos y actividades, como los paseos, el rafting, el snorkel en el Lago del Desierto y las visitas al Parque Nacional Los Glaciares, bajo la visión casi constante del Fitz Roy.
Es una de las ciudades más jóvenes de la Argentina, ya que fue fundada el 12 de octubre de 1985, pero cuenta con 2.800 camas en sus 95 hoteles, de uno a cuatro estrellas, a los que se suman sus albergues, hospedajes, apartamentos, cabañas y campings.
El lugar fue declarado “Capital Nacional del Trekking” el 28 de julio de 1994, por la gran variedad de senderos aptos para desarrollar esta actividad, gracias a las particularidades geográficas de esta zona. Entre los más frecuentados figuran los que conducen a la Laguna de los Tres, Laguna Capri y Laguna Torre, que están señalizados y han sido adaptados por el Parque Nacional, para facilitar el acceso a los puntos panorámicos más importantes sin interferir con el ambiente.
Para ir caminando, recomiendan los circuitos de Laguna de los Tres en el que se pueden apreciar los bosques de Nothofagus, la fauna y la imponencia del Fitz Roy, a cuya base se llega luego de casi cuatro horas de marcha. La laguna Capri, que integra el itinerario, está a siete kilómetros y en una hora más se llega al campamento Poincenot, luego de lo cual se llega a la Laguna y Glaciar de los Tres.
Loma del Pliegue Tumbado y Laguna Toro son otros recorridos desde los que se ve el lago Viedma, el valle del cerro Torre y el Fitz Roy. Toma 4 horas llegar, luego de lo cual se va al Paso del Viento, al cabo de 15 kilómetros y cerca de 12 horas de marcha. Para este circuito es necesario, por su seguridad, registrarse en Parques Nacionales.
Otros paseos en vehículo permiten recorrer la Ruta Escénica Área Protegida Recreativa Lago del Desierto que está a 37 kilómetros en sentido norte de la localidad de El Chaltén y se llega por la Ruta Provincial 41, la cual bordea el Río de las Vueltas.
A cuatro kilómetros del inicio se puede parar a visitar la cascada Chorrillo del Salto, que está dentro del Parque Nacional Los Glaciares, y luego llegar a La Laguna Cóndor.
Desde allí comienza una caminata al glaciar Huemul, de una hora de ida, donde se practica pesca deportiva y caminata hasta la Punta Norte. La visita al lago Viedma demanda un día entero pero vale la pena porque así se llega también al imponente Glaciar Viedma, el más grande de Argentina, donde se puede caminar con crampones y hacer escalada en hielo.
En Bahía Túnel se embarca y tras media hora de navegación se llega a la Bahía de los Témpanos, donde se desembarca en las cercanías del glaciar, para comenzar un trekking de unos pocos minutos hasta llegar al gigante de hielo.
En Lago del Desierto se navega avistando los glaciares del cordón Vespigniani durante dos horas o se cruza hasta la margen norte con la embarcación, donde se encuentra el destacamento de Gendarmería Nacional.
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