Monoambientes cómodos y atractivos
| 10 de Abril de 2016 | 01:50

La falta de espacio es una constante en las construcciones modernas. Cada vez más se tiende edificar torres que, por cuestiones de costos, suelen dividirse en departamentos muy chicos o en monoambientes.
Esta falta de espacio genera necesidades y decorar cada uno de los lugares es todo un desafío al ingenio, un llamado al orden y una búsqueda permanente de espacios de almacenamiento y comodidad.
Los monoambientes son departamentos compuestos de un solo ambiente en el cual se encuentran de manera conjunta el living, comedor, dormitorio, cocina y baño. Por lo general, son viviendas unifamiliares que suelen tener muy pocos metros cuadrados, aunque bien aprovechados pueden ser espaciosos.
Un solo mueble que cumpla varias funciones de acuerdo a las circunstancias hace mucho más versátil cualquier sitio. Estos pueden ser a medida, ya que es básico no desperdiciar ningún centímetro
Frente a este tipo de lugares reducidos nace un nuevo concepto de diseño confortable. El secreto reside en estudiar la distribución, tener en cuenta las funciones y lo que sea estrictamente necesario, manteniendo este criterio en todo el proceso de decoración.
LOS MUEBLES
El mobiliario es clave. Un solo mueble que cumpla varias funciones de acuerdo a las circunstancias hace mucho más versátil cualquier sitio. Estos pueden ser a medida, ya que es básico no desperdiciar ningún centímetro.
Los armarios con camas rebatibles son una excelente solución dado que proporcionan elegancia y discreción, colaborando en la armonía visual, brindando espacios despejados, minimalistas y, por si fuera poco, más sencillos de limpiar.
Algunos se combinan con otros cuerpos que incluyen bibliotecas, estantes o cajones.
Es preciso tener en cuenta que para unificar e integrar el espacio, todos los muebles deben contar con un punto de contacto común, como el mismo tono de la madera, su diseño o estilo.
Para los baúles, cambiar de función es de lo más sencillo: basta con que se los muevan de ubicación. Así, un baúl como pie de cama es un espacio de almacenaje, aunque si se coloca entre dos sofás se convierte en una decorativa mesa de centro y un desahogo para guardar almohadones, mantas o incluso una colección de revistas.
Los sofás también resultan una extraordinaria alternativa. Su interior es hueco y permite esconder, para luego desplegar, una cama igual de confortable que las habituales. Además existen algunos modelos que incorporan una capa larga que se levanta a modo de canapé y ofrece una valiosa área de almacenamiento.
En el mercado actual se consiguen ergonómicos y de líneas rectas, que combinan la cuota justa de comodidad y vanguardia. Gracias a la gran variedad de telas, se puede imponer un sello personal con la elección del tapizado. Se recomienda escoger mesas extensibles o plegables para poder guardar o mover contra alguna pared y, mientras no se use, sirve como mueble de apoyo. No se debe olvidar que mientras más cosas se coloquen sobre los muros, dejando el centro libre y reservado para circular, más extenso se verá el departamento.
Los estantes, en cualquiera de sus versiones (flotantes, con ménsulas o con tensores), son siempre muy buenos aliados. Deben tener el mismo tono que las paredes para que se camuflen. Si son destinados al guardado de objetos de uso poco frecuente, hay que ubicarlos a partir de 1.70m de altura.
ELEMENTOS BASICOS
Otra zona a la que se le debe prestar mucha importancia es la cocina. Esta siempre necesita contar con elementos básicos como son la pileta, la heladera, un horno y una pequeña mesada o estantería para guardar cosas. Aunque, muchas veces, es necesario ocultarlos. Para lograrlo se puede apelar a las puertas o persianas desplegables las cuales, en un abrir y cerrar de ojos, permiten que desaparezcan.
Al planear este espacio, más allá de su distribución, se debe apostar a lugares de guardado y almacenamiento cómodos y de fácil acceso.
Es fundamental, además, optar por materiales livianos como el cristal, el acero o cemento alisado, ya que decoran de forma práctica, funcional y no demasiado llamativa. Construir una barra, cuando el ambiente lo permite, es una forma perfecta de generar un atractivo funcional.
Un monoambiente se caracteriza por no tener paredes para dividir. Es justamente por eso que es necesario crear límites virtuales con otros elementos. Los recursos para lograr esta limitación visual son infinitos. Podemos recurrir al uso de objetos como alfombras o guardas.
Otra opción es inclinarse por el mundo del color o de los diferentes revestimientos. Eso sí, sin abusar para no abrumar.
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