La transición vuelve todo mucho más difícil

Por OSVALDO GRANADOS

La novela, después serie de televisión se llamaba “Sensatez y sentimientos”. La tarifa del gas pasó del 1.000 al 400 y por último al 200 por ciento de incremento.

No siempre la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta. Los tecnócratas convertidos en talibanes colisionaron con la realidad. ¿No se dio cuenta Peña hacia donde se dirigía el barco? ¿No percibió los arrecifes?.

Los medios kirchneristas en sus preguntas apuntan a la necesidad de un paro general. ¿Motivo?. No querer abrir las paritarias. ¿Sirve? Sólo para empujar la inflación y las expectativas en el momento en que han ingresado en un mar mucho más calmo.

La creencia que teniendo más plata en el bolsillo se pueden comprar más cosas forma parte del delirio nacional. En la década del `80, con Raúl Alfonsín de presidente, había paritarias cada tres meses. Sucedía que la inflación mensual llegaba a 14%, la devaluación era del 17% mensual. Los salarios corrían de atrás. Todos saben como terminó la película. Además hubo 14 paros generales.

NEOPERONISMO

Hay kirchneristas que quieren repetir la historia. Pero no tienen tiempo para esperar cuatro años. Además se enfrentan con un neoperonismo que tenía urgencia por mostrarse en el homenaje a Cafiero.

Sergio Massa se apura demasiado. Tira posibles medidas sin medir riesgos. Ahora le tocó a las importaciones. Cerrarlas a cal y canto. Después cambió y ahora quiere poner cupos.

¿Dónde estamos?

Argentina importa 160 dólares por habitante y por año.

Chile importa 1.000 dólares por habitante y por año. Estados Unidos 12.000 dólares, Brasil 350 dólares. ¿Qué tenemos que cerrar?

Argentina está entre los 10 países más proteccionistas del mundo.

La argumentación de Massa se parece mucho a la que esgrime Donald Trump.

Los planes sociales crecieron del 20 al 30 por ciento. ¿Por qué? Si no se puede dar trabajo genuino hay que dar planes. Esto viene creciendo en los últimos cuatro años. El gobierno anterior inundó de gente al Estado.

Es indudable que se necesitan inversiones. Estamos en transición y todo es mucho más difícil.

Pasamos del hiperpresidencialismo, el jefe, el caudillo, el que manda, al pluralismo. Un gobierno que no tiene mayoría en el Congreso ni el dominio de la calle.

¿Está preparado el país para este cambio?

¿Estamos preparados para convencer, hablar, negociar y acordar?

¿El peronismo está preparado?

Más cerca de las elecciones, la historia indica que eso es imposible.

En el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) se reunieron para defender el Fútbol para todos.

Prefieren que se usen 2.600 millones de pesos para el fútbol y no para la Educación. Dijeron que el fútbol es un capital cultural innegociable.

Si todavía hay que explicar todo esto, no hay soluciones a la vista.

COLMENAR

En la provincia de Buenos Aires el clima es como si alguien hubiese pateado un colmenar. Las abejas furiosas buscan los culpables.

Juego clandestino y casinos ilegales. Sistema ilegal de recaudación policial, sobreprecios en alimentos por parte del Servicio Penitenciario, la defraudación al IOMA, sistema de corrupción de la obra pública.

Mucha gente herida porque le tocaron el bolsillo y se acerca el verano. “Sigan de cerca el mes de diciembre”, me dice el dirigente peronista dueño de un medio de comunicación.

Después del viaje a China ¿Qué quedó?

Primer dato: la inversión lleva su tiempo. Hay potencial interés afuera.

CAROS EN DOLARES

Se sabe que los costos mayores, son laborales, impositivos, es un país caro en dólares, y existen dudas sobre la Justicia.

Dejamos de lado, el tiempo de cambio. Todos en la UIA dicen que no es competitivo. Ponen 18 pesos como meta. No será fácil corregirlo y menos en este momento.

La hoja de ruta es:

Uno: El déficit fiscal este año no baja del 7%.

Dos: Se financia gran parte con endeudamiento. El mundo nos presta porque piensa que en América latina estamos haciendo o intentando algo diferente. Esto será hasta las elecciones del año que viene, después quieren ver resultados. Los que prestan analizan si estamos en condiciones de pagar.

Tres: Sueñan con un blanqueo mínimo de 30.000 millones de dólares (10.000 millones irían a bonos). Otros dejarán el dinero afuera y pagaran el 10% de impuestos. ¿Qué harán para recuperar ese 10%. Lo más lógico, comprar bonos argentinos.

Total, quedarían 15.000 millones de dólares que van a financiar gran parte del déficit de 2017.

Cuatro y final: Cosecha gruesa y fina, blanqueo, obra publica, prestamos e incentivar el consumo.

Los exámenes difíciles los dejarán para después de las elecciones del 2017.

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