A dar la cara

Las copas son historia. Estudiantes vivió dos semanas que marcaron su futuro inmediato. Solamente queda el torneo local, lugar para demostrar un cambio.

El comienzo del semestre amagaba con mostrar un equipo sólido que, con algunos retoques, prometía seguir la línea del torneo pasado que lo llevó merecidamente a la próxima Libertadores. Pero el premio de ahora está lejos de lo deseado.
En la intimidad del plantel la derrota ante Belgrano hizo más ruido del habitual, ya que sienten que la eliminación fue más por impericias propias que por virtudes ajenas. Lo mismo en el cuerpo técnico, que lejos de plantear una crisis siente que tiene que dar un giro. 
Estudiantes es hoy, un equipo "de momentos" que van de lo bueno a lo malo en el mismo partido, y de un encuentro a otro. Unión, Sarmiento y la noche del Kempes, son muestras claras de la poca regularidad. 
Es también uno de los elencos que menos pierde, pero cuando cae el moretón es grande. 
Las cuestiones tácticas y de los nombres que las implementan, están a la orden del día en la lista de prioridades. Pero a esta altura quizás lo necesario también pasé por lo anímico y transformar la bronca en rendimientos acordes, con sus respectivos resultados.
Ya no hay copas hasta el 2017, pero por delante este grupo tiene otra muestra de carácter por sortear, y con el clásico bastante cerca.
 

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