Video: ataron a la doméstica al balcón y escaparon con una caja fuerte

Detrás de la violencia de los golpes y de la crueldad de atar a una empleada doméstica de pies y manos al balcón del departamento donde trabaja, quedó en evidencia la planificación de los dos ladrones, que con una amoladora directamente destruyeron la caja fuerte del dueño del inmueble, de donde se llevaron una cantidad de plata “importante”, admitieron fuentes del caso.

A las 11 de la mañana de ayer la víctima salió a sacar la basura, en diagonal 80 entre 115 y 116. Era la persona que buscaban: la amenazaron y obligaron a ingresar con ellos de nuevo en la vivienda de la que había salido, en el cuarto piso.

Una vez que entraron, redujeron a punta de pistola a la doméstica y a una adolescente de 18 años, que es nieta del propietario del departamento, según confiaron los mismos voceros.

Desde el comienzo empezaron a preguntar por la caja fuerte, sabiendo que allí había una. Mientras duró el interrogatorio le pegaron a la empleada, aunque no a la chica.

La obsesión de ellos era una caja fuerte con pesos, dólares y euros. Querían saber la clave pero las dos la desconocían. Entonces no anduvieron con rodeos y usaron una amoladora -que al parecer tenían de antemano- para romper el cofre y llevarse todo.

A las dos víctimas las ataron con precintos. No se aclaró en qué parte del departamento sujetaron a la chica, aunque a la mujer, de unos 40 años, la amarraron a la baranda del balcón que da al frente.

Varios testigos vieron cómo la víctima rogaba auxilio a los gritos y el revuelo se instaló en la calle a medida que se fue sumando gente. Muchos policías en patrulleros y motos intervinieron cuando llegó el aviso al 911.

“Entraban con escopetas como el grupo SWAT, creyendo que los ladrones todavía estaban adentro”, comparó Mauro, que trabaja en la cuadra.

Todo el despliegue no sirvió para capturar a los dos delincuentes, que ya habían alcanzado a irse. No se sabe con qué movilidad contaban y se presume que algún cómplice más habría monitoreado todo desde la vereda. Los investigadores van tras la pista de un golpe bien planificado y no descartan que la vehemencia de los ladrones esté vinculada a alguna clase de mensaje.

A las víctimas las asistieron los policías y luego se retiraron de allí a los pocos minutos. En el barrio pocos podían creer una escena tan dramática aún cuando ya habían pasado varias horas.