Arte y oficio

Ana Laura de la Fuente ofrece un libro sorprendente que es, a la vez, un método de aprendizaje eficaz y rápido del oficio de letrista y una historia de La Plata en los 90 construida por el ojo entrenado de la autora a partir de la transformación de técnicas y estéticas de los carteles

Edición Impresa

Por SOLEDAD FRANCO

¿Por qué querría usted aprender el oficio de letrista ahora que todo se hace en la computadora? La respuesta la da Ricardo Cohen (Rocambole) en el prólogo: “En estos tiempos de tecnologías abrumadoras en el campo de la imagen vemos repetirse hasta el cansancio cartelística en serie hecha con ploteados similares que producen una impresión de adocenamiento. Creo que siempre puede destacarse un cartel de creación y realización manual. Y aquel que sepa construir una tipografía desde sus elementos básicos está mejor preparado aún para ayudarse con un computador que aquel que dependa absolutamente de su máquina”.

La autora agrega que si bien la tecnología digital, la profesionalización del diseño y la escalada de los materiales plásticos corrieron al letrista del centro de la escena, lo que se generó no fue una supresión sino un reposicionamiento en el mundo laboral y artístico; por lo que el oficio “guarda para sí cierto campo de acción propio y tradicional y suma nuevos ámbitos como la ornamentación y decoración de objetos, valorizando su carácter de manufactura única, de artesanía original.”

Mientras Ana Laura de La Fuente se formaba en la UNLP como Licenciada y Profesora en Artes Plásticas especializada en pintura, ejercía el oficio de letrista de forma callejera y en talleres. Desde 1989 al 2004 embelleció calles, vidrieras y marquesinas de esta ciudad. El auge de los pasacalles, en los 90, le permitió, además de felicitar egresados y quinceañeras, terminar su carrera. Mujer independiente y en ese entonces forastera (nació en Chubut pero se aquerenció aquí) logró vivir del oficio que la apasionaba y esa pasión se transmite en estas páginas.

Transmitir es una palabra clave en este libro que se divide en siete capítulos, en cada uno de los cuales el tema propuesto es tratado en profundidad, sin relegar nada al terreno de lo “obvio”. Así en: “Dibujo estructural de letras y números”, se explica desde la construcción geométrica de letras mayúsculas en imprenta hasta el dibujo del texto en el cartel; “Composición del letrero” enseña, entre otras cosas, armonía y proporción, ritmo y diagramación visual. El capítulo tres enseña cómo construir carteles; el cuatro las “Técnicas de traspaso y multiplicación de letras y dibujos” (spulvero, esténcil, decopiado); el cinco las “Técnicas de ampliación y reducción”; el capítulo seis se dedica a los ornamentos. Todo acompañado de gráficos, bocetos, dibujos y fotos que, mucho más allá de su función didáctica hacen del libro una belleza.

El capítulo siete “Reseña del oficio en el cambio de siglo” es la historia de la ciudad leída por la autora a través de los cambios en la cartelería y sus modos de producción, vinculados a la transformación socioeconómica del país en los 90. Pero es también –o sobre todo- un homenaje a sus maestros, de los que la autora pinta retratos amorosos que junto a la descripción de un espacio perdido (otras casas, otros modos de habitar) deleitarán al lector. Luis Díaz, Canatelli y Ernesto Girard, pioneros del oficio de los que ella dice haberlo aprendido todo. Y ya que el oficio se va perdiendo, el libro se vuelve necesario como testimonio y como posibilidad.

El libro se encuentra en la campaña de financiación colectiva www.ide.me/proyectos/libro-arte-y-oficio. Para más información pueden comunicarse con la autora a delafuenteana@yahoo.com.ar.

 

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